Borrachos atienden en farmacia del Hospital ISSSTE Tacubaya

El caso se presentó hace mas de seis meses, fui a la ciudad de México en plan de vacaciones y para poder asistir a mi madre en las diversos estudios que requería hacerse tanto privados como dentro de su seguridad social que es el ISSSTE (Clínica Dr. Alberto Pisanty Ovadía, Tacubaya).

Nos presentamos ante el médico y hasta ahí ningún problema, toda atención profesional de estos médicos no tiene discusión alguna; el problema se presentó cuando bajamos a surtir la receta médica (prendisolona), la mujer que nos atendió (que después nos dijeron que se llama Martha Laura Vargas Aranda, empleada de atención en farmacia) y con un fuerte olor a alcohol y un aspecto de mirada perdida por el alcoholismo que traía ella, nos dió el medicamento sin mediar palabra alguna, el hecho es que ella deseaba que nos largaramos. Ya saliendo de la clínica, junto a la misma, hay una tiendita donde compramos una botella de agua para que pudiese mi madre suministrarse el medicamento que le mandó el médico. Se lo tomó y al poco rato, mi madre se empezó a sentir mal, con palpitaciones alteradas y una arritmia inconstante.

Tuvimos que regresar de inmediato al mismo hospital para que nos dijera el médico que estaba pasando; al mismo médico le extraño la situación y nos pidió las recetas; y luego el médicamento; pues el medicamento no correspondía al que señalaba la receta, en vez de prednisolona, era prednisona y esto fue lo que le causo daño a mi madre.

Fui abajo a reclamarle a la mujer que atendía en ese momento y sin callarme le dije que era una ineficiente y que esto lo haría notificar a las autoridades. Ella salió corriendo detrás del mostrador y me dijo que no "hiciera panchos" que para eso ella tenía un sindicato" y que además ella ese día no estaba trabajando, que si nos hizo el favor de atendernos fue porque estaba ella cerca del mostrador.

Nos quejamos ante el director junto con el médico, y cuando mandaron llamar a la mujer de la farmacia, ella ya no estaba, nos dijeron una de sus compañeras de servicio, que se había ido al sindicato hace unos instantes, para solicitar una permiso "por curso de capacitación" o por "labor sindical"; que no lo sabía bien...

El mismo Doctor que atiende a mi madre dijo que no era la primera vez que esto sucedía y que ya incluso la señora tenía un expediente abierto ante las autoridades de la misma dependencia, pero que el Sindicato suele siempre solapará a esta clase de gente que no tienen ni el más mínimo respeto por la calidad del servicio y la cuestión humanitaria.

Incluso se mandó traer la receta que ella mismo surtió, pues ellos cuando atienden ponen un sello o firma con el nombre de quien la surtió; pero en este caso hasta la receta había desaparecido de la farmacia.

Ojalá y quienes conozcan a esta persona de mucho talante, tengan cuidado de nos le vaya a cometer un tamaño error como el que tuvo con mi madre.

¿Hasta cuando se tolerará estos abusos de los funcionarios públicos?... Afortunadamente no todos son así.