IPM una vergúenza
(Ciudad de México,
Distrito Federal,
)
Categoría: Educación y Formación / Guarderías, Maternales y Kinders
Por:
9400
Mientras Mi hija estuvo en Nido B solicité varias veces que por favor le dieran algo más de comer, pues en realidad no seguían el menú indicado, ni en el desayuno, ni en la merienda.
Hablé con su maestra y dijo que eso era lo que les daban a ellas en la charola. Hablé con la Dra. varias veces, con La maestra, con La asistente, quien me dijo que hablara con La coordinadora para que dieran más presupuesto.
La coordinadora me dijo que hablara con La directora quien recién había llegado a IPM, y a ella le entregué el cuaderno con los reportes diarios de cada día que no se había dado el menú correspondiente. Esto equivalía a unas 20 comidas y 20 meriendas.
Pasadas unas semanas me regresó el cuaderno y solamente dijo que no era cierto, que al menos durante el tiempo que ella había estado, el menú se hacía correctamente, y que lo que pasaba es que las maestras se habían equivocado y no lo anotaban bien.
Esto a pesar de que yo había hablado varias veces con ellas y me decían que eso les daban.
Solución: 1.- dejaron de anotar las comidas en el cuaderno, 2.- se evitó todo tipo de comunicación entre padres e IPM.
A partir de ahí me dediqué a ver las cámaras muy de cerca, la realidad es que a la hora de la comida nunca, NUNCA, se ha llevado a cabo el ritual Montessory, los niños se sientan a esperar a que les sirvan. Rara vez les lavan las manos antes de comer, después de llegar del jardín y al terminar me horrorizó el día que vi que les limpiaban a varios con el mismo pañuelo.
No era la primera vez que lo veía, ya dos veces antes vi que lo hacían y lo reporté, aunque no era mi hija a la que limpiaron, pero esta vez limpiaron a 15 niños antes que a mi hija, quien se pasaba cada dos semanas enferma.
Me contestaron que era casi obsesivo de mi parte, que es normal que limpien a todos con la misma toalla, o que si acaso en mi casa tengo una toalla para cada quien (claro que sí, con una niña que ha estado enferma día tras día y pago laboratorios, médicos y medicinas además de pagar a quien la cuide mientras tiene fiebre), les dije que en la NOM que lleva el IMSS se estipula que deben usarse toallas de papel para limpiarse la boca, aunque sea después de lavarse los dientes, pero no respondieron a eso, dijeron que eso le crea anticuerpos y que no podían darme gusto en cada cosa, que de por sí ya me dejaban sacar a mi hija para verla a medio día y que les habían hecho una auditoría y que ya no se podía.
La directora me ofreció una cita para vernos pero me canceló una y otra vez, aun estando yo ya presente para la cita, pues tuvo cosas más importantes que atender a la hora que llegué, lo cual no es fácil hacer cuando una trabaja, pues pedir permisos no es sencillo.
A las pocas semanas insistieron en que ya no podía ver a mi hija para la hora de la comida. La realidad es que a pesar de que dicen en el reporte que mi hija se come todo lo que le dan, no volví a confiar en que la alimentaran correctamente, las demás mamás también mencionan que sus hijos salen con hambre.
A la hora de la comida conmigo (2:45) Mi hija comía un huevo, leche y galletas. Y luego comía su supuesta merienda, llegaban al coche y tomaba otra mamila de leche, huevo y llegaba a cenar a casa.
Mi hija es una niña que siempre ha tenido peso por abajo del promedio, por eso mi preocupación. En el momento en que me dijo La coordinadora que ya no podía ir a ver a mi hija decidí despedirme de IPM.
En los días siguientes, en lo que arreglaba mis asuntos en el trabajo, sucedió algo muy extraño. Al momento en que iban a dar de comer a los niños, se tardaron en servirle a Mi hija (1:10), quien extrañamente se encontraba sentada aparte de todos, en una mesa ella sola.
De pronto empiezan a sacar a los niños del salón y se dejan de ver las cámaras.
Yo me encontraba comiendo en el restaurante de junto, llamé varias veces por teléfono pero no contestaron, toqué la puerta 1:15 y me abrieron pero no me permitieron entrar. 1:19, se acercó La coordinadora conmigo y con otra persona, quien también preguntaba por lo ocurrido y dijo que estaban en simulacro, por eso no se veían las cámaras.
Le pregunté, ¿Simulacro en 5 minutos? ¿De verdad vamos a creerlo?
No dije más, pero no avisaron nunca, no enviaron ningún correo para explicarlo, no se tomaron la molestia en fundamentar porqué en una guardería hacen un simulacro a la hora de la comida.
Estas son sólo algunas de las cosas que pasaban, pues también nos pedían material de un día para otro, como hacer una línea de tiempo para la bienvenida de mi hija a Comunidad una noche antes, o conseguir cascabeles sin previo aviso cuando las tiendas están cerradas.
Es en verdad una pena que deba sacar a mi hija, pues ha hecho compañeritos que son como hermanos, se conocen desde meses de nacidos y ella los extraña.
Las maestras en general han sido muy lindas, pero el cambio de personal ha sido constante y desaparecen sin que se dé mayor explicación.
La cantidad de niños que se atienden por grupo es inadmisible, ninguna guardería a la redonda tiene tantos niños. Se han visto sobrepasados una y otra vez en situaciones que ponen a los niños en riesgo. Ya sea porque se caen o porque entre ellos se lastiman y las maestras están muy ocupadas para atenderlos o tan siquiera para darse cuenta.
Tuve que hablar en una ocasión para solicitar que vistieran a mi hija pues llevaba 10 min con el pantalón en las rodillas y un niño pegándole.
Constantemente tuve que pedir que la taparan pues le quitaban la chamarra en pleno invierno a las 9:00 am y me querían engañar poniéndosela a las 2:45 que iba a verla o en la tarde que no hacía tanto frío.
Tuve que hablar con La coordinadora unas veces para pedir que amarraran bien a la niña en el coche al salir, pues como se solicitó, los padres no debían bajarse del coche, sin embargo más de una vez la dejaron mal abrochada, en la primera, la niña se levantó del asiento mientras yo iba manejando y casi me desmayo del susto cuando la veo por el retrovisor, que me tuve que parar a respirar.
La última vez que hablé con La coordinadora al respecto me dijo que la amarrara yo, pues así hacían los demás. Solo le dije que yo seguía la solicitud de la escuela para no estorbar.
Yo quisiera que mi hija siguiera viendo a sus compañeritos y a mí me gustaría seguir en contacto con sus mamás, pues a pesar de que evitan toda clase de comunicación entre padres y maestros y entre los padres, son personas con quienes comparto las problemáticas de ser madre trabajadora.
Pareciera que en IPM, a pesar de lo que dicen, esto es lo que menos les importa, pues por un solo día que se me hizo tarde, que casi no sucede cuando uno tiene que llegar a una oficina, me dijeron que no le podían dar de desayunar, ni siquiera podía darle el desayuno que le corresponde y que les recuerdo que uno paga dentro de la mensualidad. En cualquier guardería te permitirían al menos alimentarla en la entrada antes de dejarla sin comer.
Pero teniendo tanto interés en hacer negocio, tienen a tantos niños en un grupo que jamás podrían atender una eventualidad.
Es por eso que decidí sacar a mi hija hace unas semanas, pues mi hija no puede estar ahí sufriendo por el interés económico de un centro que no se preocupa por dar atención ni cuidados, ni tan siquiera por la higiene. Dudo en realidad que tengan el más mínimo interés en el método Montessory, el cual llevan al extremo en lo que les conviene, pues ni siquiera se me permitió entregar un bombón de figurita a los padres el día del cumpleaños de mi hija, argumentando que era por política de la escuela que no se podían dar conejitos por ser de fantasía, y me tuve que llevar todos mis regalitos.
Los niños, más aun los que pasan tanto tiempo fuera de casa, necesitan de la fantasía tanto como el agua. El juego simbólico es vital para su formación, especialmente para el pensamiento matemático.
Es importante que capaciten a su personal, pues según La coordinadora, mi hija no me necesita y puede pasar casi 12 horas sin su madre porque en la guardería le dan lo que requiere.
En ningún momento vi que le dieran cariño a ningún niño, cada niño que llora es dejado en el suelo sin consuelo, como mi hija cuando tenía miedo de entrar al gusano de Nido B y ni siquiera eran capaces de avisarme que le costaban trabajo algunas cosas. En una guardería del IMSS hasta la directora atiende a los niños.
Para IPM todo está siempre perfecto, no nos avisan nunca si el niño ha pasado un mal día, todo son mentiras y fingir que todo está bien.
Sin embargo si las madres se quejan te hacen sentir como si nadie se quejara, como si estuvieras mal por reclamar, como si fuese una excepción.
Tal vez no todas se quejan al mismo tiempo, ni de lo mismo, tal vez no todas nos percatamos de la misma situación, o nos sucede al mismo tiempo, pero tarde o temprano las cosas se saben.
Estoy muy molesta por verme orillada a sacar a mi hija y que no se haga nada y solamente se inventen escusas.
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