Basura Moto-Gallery defrauda hasta a amigos

Tener tres chambas en Guanatos (Guadalajara) y ganar reconocimiento y un poco mas de lana con ello necesita que andes muy movido. No siendo ningun chavo ya para desplazarme de mosca, a patín o en bici, me compré una moto scooter pequeña y económica. Aunque me dijeran que me veía vaciado porque mido 1.9 m, me siguió valiendo y siempre llegaba a buena hora, caracoleando cada vez más ducho entre el infernal tráfico,para dar mi clase en la Autónoma dos veces a la semana por la tarde, ir al Hospital temprano en la mañana y atender enfermos en Tlaquepaque el resto del tiempo.

Se me hizo entonces como que ya me merecía algo más chido y un amigo me recomendó al labioso y sonriente Lic. Eduardo Dávalos, que como toda rata que ha superado su condición amateur, me endulzó la oreja al grado de compararme con el mismísimo Galeno, pero más chingón. Uno no es más que un pobre y pinche humano y hasta a mi casa lo invité un día de asueto. Le compré primero una moto que le pagué religiosamente y la cual le regresé a cambio de otra más grande al año (2000). Cuando la llevaba a servicio a su changarro en Agustín Yañez, cerca de la Diana, hasta la pinche ola me hacían, me llevaban mi moto a mi casa o al hospital o a donde fuera, claro, siempre clavándome el puñal con la cuenta, pero para ser sinceros, ni me calaba, porque si noté mejoría en ahorro de gasolina, hastalamadrez de congestionamientos y tiempo.

Aprovechando astutamente su periodo de observarme y como todo ratón gandalla hijo de puñal aventurero, me ofreció un "negocio" como inversionista, no sin previamente decirme cosas de las que todos pensamos. Que los pinches bancos son unos transas, que si les pides prestado te bajan hasta los calzones, pero que si tu les metes tu sudado dinero, te dan cuatro pinches garapiñados de interés, etcétera. Me prometió entonces que si le entraba al negocio de las motos, me pagaría hasta un 5% de rendimiento mensual, prorrateado a 6 meses mínimo. Como garantía estaban las motos y el inventario de la empresa y mis compras (si decidía en el futuro cambiar mi moto por una más picuda) serían al costo como copropietario.

Seducido más por ésto último, que por lo otro, que como los que se aficionan (o envician mas bien) lo saben, es muy fuerte. Le solté 150 kilos de mis sobrecalentados ahorritos. Fue el comienzo de una mierdosa aventura más meneada que el Indiana Jones. Desde emboscadas afuera de su chingado negocio que ahora está mas vacío que el cráneo de un magistrado, rastreos con sabuesos, investigaciones a distancia, llamadas supernumerarias, veladoras y otros recursos del mercado de Sonora, que me han valido sólo para alcanzar a recuperar poco más de la mitad en éstos 4 años.

Si hubiera dejado mi lana en paz en el banco al menos se lo hubieran chingado poco a poco.

Donde quiera que te encuentres rata inmunda, seguro que no tardarás en completar tu ya avanzado estado de descomposición a tal grado que te sea imposible engañar más a los demás con tus malditas dizque empresas