Pésimo servicio al cliente y falta de responsabilidad de Amena
A quién
corresponda, si es que le corresponde a alguien.
Me dirijo a ti, número de fax ya que, a pesar de que solicité
el nombre de alguien o el departamento que se hiciera responsable, parece
ser que en esa empresa no hay nadie que asuma la función de recoger
las quejas de los clientes. Al menos esto es lo que tengo que deducir de las
instrucciones dadas por el personal que me atendió por teléfono
el pasado domingo 27 de octubre (personal, por otro lado, muy correcto y que
cumplió con su cometido tal y como la empresa le había aleccionado).
Y a qué viene todo esto, te estarás preguntando querido número
de fax... La historia se remonta, como mínimo, a los inicios del mes
de septiembre (digo como mínimo porque no puedo recordar con exactitud
la fecha del primer contacto ya que no suponía en ningún momento
que fuera a necesitar tener que apuntar las fechas y horas en mi agenda);
por entonces recibí en mi móvil un mensaje dándome a
conocer la oferta que hacia Amena y que consistía en la adquisición
de un modelo de Nokia (tampoco apunté el modelo, qué desastre)
por 36 euros. Me pareció que era el mejor momento para cambiar el viejo
modelo de Motorola que había heredado y que, aunque cumplía
perfectamente las funciones para que lo destinaba era un pequeño trasto
que abultaba en el bolsillo de forma considerable.... Me informo del modelo
de Nokia y veo que es un buen aparato, de un coste de unos 119 euros en el
mercado. No hacía falta ser un genio de las finanzas para pensar que
realmente era una oferta interesante. Llegados a este punto, pasamos a dar
el segundo paso, esto es llamamos al 1474 y una amable señorita me
toma los datos de forma diligente. Le informo de que no vivo en un casco urbano,
que se trata de una casa en el campo pero que el correo y los servicios de
mensajeria llegan sin problema. Nos despedimos muy educadamente, no sin antes
recordarme que en quince días recibiré el teléfono. ¡Estupendo!,
en dos semanas podré deshacerme de este pequeño trasto que merece
pasar a mejor vida. Pasan los días, y nadie viene a mi casa (del servicio
de mensajeria, me refiero...) Una semana, dos semanas... tres semanas....creo
que lo mejor es llamar de nuevo al 1474. La amable señorita que me
toca en suerte (o fue un amable joven?) me informa que el paquete ha sido
devuelto porque no había nadie en casa... Pero hombre, qué me
dices... si siempre que han venido y no me han encontrado me han dejado una
nota.... ya pero aquí me consta que han ido y lo han devuelto al almacén...
pues habrá que volver a pedirlo, pues deme sus datos, ¿otra
vez?, es que hay que empezar la petición de nuevo, bien. Nueva despedida
recordándome los quince días de plazo. Esperamos pacientemente.
Mientras tanto aprovecho el tiempo y me doy una vuelta por las compañías
de mensajeria que trabajan en esta isla en la que vivo, y es que, querido
fax, aquí somos pocos y prácticamente nos conocemos todos. Es
curioso, en ninguna de las agencias, las más importantes en el ámbito
nacional, tienen constancia de haber recibido y devuelto ningún paquete
de tu compañía a mi nombre y también se extrañan
de que el hipotético empleado no hubiese dejado ningún aviso
de recepción del paquete, como siempre suelen hacer. Es mejor volver
a llamar a tu compañero el 1474 y ver qué me dicen....Sí
Sr. Carlos el paquete ya ha salido pero Sr.Carlos es que no han pasado los
quince días de plazo, ya pero si me indicas la compañía
con la que trabajáis podría intentar hacer algún tipo
de gestión y mirar de adelantarme al reparto..., lo siento pero no
sabemos qué agencia trabaja en la zona, pero cómo es posible,
es que esa información no nos consta en la pantalla, bien pues esperaré
al sábado que es cuando se cumplen los quince días, adiós
buenas tardes, adiós (¡Qué empleadas más educadas!).
Dejo pasar un par de días y el sábado por la noche aprovecho
para volver a llamar: pero D.Carlos (Señor, Don,...) es que no han
pasado quince días hábiles, ¡acabáramos! eran quince
días hábiles y yo como un idiota llamando antes de tiempo. Le
vuelvo a explicar a la amable señorita el tema de la casa aislada,
la posibilidad de saber qué empresa es con la que se trabaja para ir
yo y ahorrarnos un malentendido ... que si quieres arroz Catalina, que no
podemos darle esa información.. pero mujer cómo es posible eso,
es que no me sale en pantalla (qué gran recurso, ahora es la pantalla
la culpable de casi todo, es lo que tiene la infomagía, perdón
la informática ¿?????....). Domingo mañana; lo aprovecho
para dar una vuelta por la playa, a pesar del tiempo (ventajas de vivir en
una isla pequeña) y cuando vuelvo a casa mi hijo me avisa que han llamado
de Amena para avisarme que no me podrán enviar el Nokia y que tendrá
que ser un Alcatel... ¿un domingo por la mañana se dignan en
llamar para avisarme de un cambio de ese tipo? ¿pero no habíamos
quedado que el paquete ya había salido? Como comprenderás, menos
bonito, pensé en toda una serie de improperios dirigidos a tus propietarios
que no a las amables trabajadoras del servicio de información, que
son eso trabajadoras que no hacen más que aquello que les dicen qué
tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer. Nueva llamada, nueva empleada,
nueva explicación; parece ser que se ha producido una ruptura del stock....pues
ya es mala suerte que el stock se rompa el sábado por la noche, y te
lo comuniquen el domingo, justo después de la última llamada
(¿casualidad?)... pues nada qué le vamos hacer pues ahora me
enviáis el Alcatel y ya está, muy bien ¿me puede dar
sus datos?, ¿otra vez? Pero si es la tercera vez... ya, pero el pedido
es nuevo....Infomagia!!!!!!!, para qué sirven las bases de datos?,
pero qué tonterías digo... Recuerde que el plazo es de quince
días, hábiles, sí claro Sr. Carlos. Escuche y si quisiera
hacer una queja, a quién me tengo que dirigir, pues por escrito al
número de fax ......
Supongo que algún día llegará el teléfono (de
características inferiores al ofertado inicialmente y por tanto se
podría estudiar la posibilidad de denunciar el caso a los organismos
competentes), o no. La verdad ya me da lo mismo. No dependo de ese aparato
y si al fin aparece pues vale, y si no que se lo coman.... Al menos el derecho
al pataleo ya no me lo quita nadie, así como la repetición de
la historia, siempre que me apetezca, a quien quiera oírla. Justificaciones
estoy seguro que las hay, porque los hay capaces de justificar lo más
peregrino y creer que quien recibe las explicaciones es como mínimo
un ser al borde del entendimiento y que cualquier cosa que se le diga es suficiente
para que se les deje en paz. Total quién es este? Pero qué se
ha creído? Es cierto, tan sólo soy .... un (estúpido)
cliente (de mierda).
Quieres responder a alguna queja en el sitio
como representante, entonces necesitas utilizar este formulario.