VivaAerobus de lo más rateros
Prefirieron mandar a bajar todas las maletas siendo que era mucho más fácil el habernos dejado subir y el dinero que teníamos a favor de cada vuelo si no comprábamos otro vuelo en máximo 4 horas se perdía y la diferencia de pago por persona al mismo destino al que hibamos a viajar era de 3 mil pesos por persona viaje sencillo. Son unas vil ratas.
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Comentarios sobre esta queja
Otro caso donde el mexicano enano se queja por una insignificancia de retardo "Si solo fueron 9 minutos", así hubiese sido 1 minuto es tarde, de ahí que a los Mexicanos el mundo nos ve haraganeando, sentados y recargados en cactus y durmiendo.
"EL mexicano enano siempre llega TARDE"
El mexicano enano siempre llega tarde. Irremediablemente. Sólo el fatalismo con que puntualiza esta afirmación no es tardío...
A su trabajo, a su casa, a sus compromisos todos: llega tarde. Al café con los amigos, al hospital con sus males, al templo con sus penas: tarde.
Carece de fuerzas para vencer el calor de las sábanas, carece de ánimo para precisar el límite de un tiempo. Carece de espíritu para comprometerse a todo lo comprometedor que es la existencia a plazos determinados. Vive la vida sin sentido de puntualidad. Y por ello, siempre llega tarde.
Pero la vida, en reversión magnífica, le da lo suyo... Todo llega a sus manos tardío, o nunca llega. Por lo menos lo mejor de la vida. El momento en que se realiza el sueño soñado por años, la coronación de un íntimo deseo, el momento que fructifica una plenitud, la esperanza que vivificante proyectaría una sonrisa, no llegan nunca, o si bien, llegan tarde.
Y este mexicano enano no comprende, no capta, no intuye que con ser lo que es está retrasando el esfuerzo de todos los demás para que esta patria madure la felicidad que sus hijos merecen.
"EL mexicano enano siempre llega TARDE"
El mexicano enano siempre llega tarde. Irremediablemente. Sólo el fatalismo con que puntualiza esta afirmación no es tardío...
A su trabajo, a su casa, a sus compromisos todos: llega tarde. Al café con los amigos, al hospital con sus males, al templo con sus penas: tarde.
Carece de fuerzas para vencer el calor de las sábanas, carece de ánimo para precisar el límite de un tiempo. Carece de espíritu para comprometerse a todo lo comprometedor que es la existencia a plazos determinados. Vive la vida sin sentido de puntualidad. Y por ello, siempre llega tarde.
Pero la vida, en reversión magnífica, le da lo suyo... Todo llega a sus manos tardío, o nunca llega. Por lo menos lo mejor de la vida. El momento en que se realiza el sueño soñado por años, la coronación de un íntimo deseo, el momento que fructifica una plenitud, la esperanza que vivificante proyectaría una sonrisa, no llegan nunca, o si bien, llegan tarde.
Y este mexicano enano no comprende, no capta, no intuye que con ser lo que es está retrasando el esfuerzo de todos los demás para que esta patria madure la felicidad que sus hijos merecen.
Pésima queja.
Parece que es tu primer viaje en avión, si no no se entiende la queja.
Al menos ya aprendiste el tiempo de antelación con el que debes estar en el aeropuerto, ya sea nacional o internacional el vuelo.
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Al menos ya aprendiste el tiempo de antelación con el que debes estar en el aeropuerto, ya sea nacional o internacional el vuelo.
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