Apesta el servicio de Sanborns Garza Sada
Las cosas, de hecho, se presentaron mal desde el inicio. Entramos al lugar de libros de Sanborns, donde todo lucía en un completo desorden. Casi en la entrada de la puerta que conduce a la taquilla del cine, había apilados un gran número de libros y sobre ellos varios artículos al parecer descontinuados de la época navideña, en especial un Santa Clós sentado en una mesedora, mismo que, sin precaución alguna, estaba en un sitio en el cual con sólo tocarlo cabía la posibilidad de tirarlo al suelo. Como la sensación era la película de la Brujula Dorada, mi primita se acercó a ese lugar con la intención de ver los libros de la película, haciendo sin intención alguna que cayera el susodicho Santa Clós y se quebrara de una de las patas de la mesedora. El vigilante de la tienda asustó a mi primita, hecho que me hizo saber cuando me acerqué para saber lo que pasaba. Le hice saber al empleado que ella no tenía la culpa, sino los empleados de la tienda por poner dichos artículos en un lugar por demás inseguro, pues ¿qué hace un Santa Clós de adorno encima de una pila de libros? El buen hombre dijo que sólo estaba asustando a la niña, pero que en realidad no había problema... y que por más que les hacía ver al gerente y empleados de la tienda hacían caso omiso y seguían "acomodando" las cosas como les daba su gana...
Fue cuando entramos a comer al restaurante de ese mismo lugar. Mi hermana había entrado antes que nosotros y había pedido unos moyetes. Para cuando entramos aún no le servían. Aunque a nosotros se tardaron un poco en llevarnos el menú, es mi deber decir que no puedo quejarme de la atención del mesero, quien con toda educación nos tomó la orden. Como dije al inicio, el restaurante lucía casi vacío, a excepción de dos o tres mesas donde otras familias también se disponían a tomar sus alimentos.
Esperamos por espacio de media hora, periódo en el cual tomamos tres tazas de café y prácticamente "rellenamos la barriga" con el pan que desde el inicio nos pusieron, así como los totopos y galletas saladas. Alrededor de diez minutos después de que pedimos, a mi hermana le sirvieron sus moyetes. A la media hora de espera decidimos irnos, aunque la gerente nos expresó que la comida practicamente estaba servida, saldando nuestra cuenta al pagar solamente por el café que nos tomamos y el pan con mantequilla que nos comimos...
¿Por qué esa mala actitud de servicio, Sanborns? Aunque la amabilidad aprendida aparece en sus empleados, el servicio que brindan está lejano de la máscara que nos presentan... ¿O será acaso que no hay conformidad con los salarios brindados? ¿Por qué ese "valemadrismo", si el restaurante estaba practicamente vacio?
¡No más abusos! Si no le sirven en tiempo considerable, cancele el pedido y pase a la caja y pague el café con pan que se comió...
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