Mafía y fraude de recuerdos para XV en Creaciones Mimi
Creímos que recogeríamos las pantuflas cuando nos informan que sólo está hecho el diseño y que para que nos las entreguen en ocho días más tendríamos que finiquitar el costo de las pantuflas. Hasta la fecha hemos regresado 5 veces y no nos han entregado la mercancía, lo que es peor, se han portado de forma grosera, intimidante y amenazante. Después de las vueltas a dicho lugar, nos enteramos que no hemos sido los únicos estafados, hay muchos como nosotros intentando reclamar lo que compro, algunos incluso van aún cuando su evento ya se ha realizado.
Para colmo, por la cancelación del producto, nos cobran un 20% por la cancelación, más aún querían cobrarnos la alza a las suelas de las pantuflas, pues supuestamente habían subido de precio.
No nos dieron una nota con dirección fiscal y por supuesto para la cancelación tampoco nos dieron una nota con una dirección fiscal.
Acudimos a la Profeco e incompetentemente nos dijeron que no podía proceder la queja puesto que la nota no era auténtica, lo cual debería de, por el contrario ser un aliciente para la queja, ya que el lugar no declara impuestos y estafa a las personas.
Dentro de las historias que escuchamos, nos comentaron que una señora al querer reclamar por su compra, se le amenazo de ir al evento a hacer destrozos. Esa gente está protegida porque de otro modo no nos explicamos cómo es posible que con tantas quejas, se den el lujo de amenazar a los clientes y seguir cobrando cargos extras inexistentes.
Tomen sus precauciones pues en la calle hay muchos locales como estos prometiendo que cumplen y que son de entrega inmediata, pero al parecer están todos coludidos y en complicidad con autoridades, porque Profeco no hace, ni hará absolutamente nada. Tanto en las oficinas de la Profeco como en línea es absurdo la manera en cómo presentar una queja y mientras tanto, el dinero lo dimos por perdido y además tuvimos que soportar las groserías eternas de los "encargados", "dueños" y "trabajadores".
Hemos decidido no ir nuevamente a reclamar pues al entrar a la fábrica, como anteriormente mencioné, cierran la puerta con llave, en lo que presumimos que es para intimidar a los clientes ya que cuando la gente comienza a quejarse los trabajadores del lugar también intimidan al cliente con gritos y rechifas.
Insisto tengan cuidado, ya que por buscar los más económico, los rateros, porque no son más que unos rateros, embaucan a la gente hasta hartarla.
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Comentarios sobre esta queja
Parece sacado de una película de terror o de una serie como Capadocia... Es terrible como esa gente llega a manejar negocios turbios y a veces es mejor dar por perdido todo que poner en riesgo la integridad e incluso la vida.
Algo debe poder hacerse por la vía legal pero supongo que al final resultaría más caro.
subir Algo debe poder hacerse por la vía legal pero supongo que al final resultaría más caro.
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