LG Electronics México, mal material en las partes de sus productos y no responden con la garantía NO compren estos productos
observando sobre la mesa en la que se había instalado la televisión, los soportes de mesa de material plástico que el fabricante adjunta con el aparato, completamente rotos de la parte en donde atraviesan los tornillos que se enroscan con el televisor, procediendo a levantar la pantalla y observando que el panel frontal (pantalla) se encontraba roto de la parte superior izquierda, motivo por el cual, al ver que las piezas adjuntadas por la fabrica eran defectuosas, pues no aguantaron el peso de la pantalla, busqué la documentación de compra y póliza de garantía, para hablar al centro de atención de LG, y solicitar se hiciera efectiva la garantía del aparato, pues la pantalla la adquirí el 16 de noviembre de 2015, durante el buen fin, y una vez que las tuve, procedí a llamar varias veces al número 53-21-19-xx, sin obtener respuesta del proveedor ya que solo contestaba su menú, pero nunca me atendía persona alguna.
Por lo que al tenerme que regresar a trabajar, le pedí a mi esposo que siguiera insistiendo para reportar el daño, cosa que él siguió haciendo, es decir, insistiendo en el número telefónico referido, hasta que aproximadamente a las 17:30 horas, fue atendido por una señorita que le pidió le indicara la fecha en que se compró el aparato (16 de noviembre de 2015) y le informó que para hacer efectiva la garantía, tenía que acudir un técnico a mi domicilio, para checar los soportes de la pantalla y los daños ocasionados en el panel frontal, y se determinara la procedencia de la garantía, por lo que tenía que comunicarse al teléfono 57-43-75-xx, para solicitar la presencia del referido técnico.
De inmediato mi marido, se comunicó a uno de los teléfonos ya descritos y fue atendido por la señorita I.J., quien le pidió le describiera los daños de la pantalla y le proporcionara modelo, código de producto y número de serie del televisor, haciéndolo esperar un buen rato, para que al final ella determinara por vía telefónica, que la garantía no procedía pues eso era mal manejo de nosotros, y no tenía que venir un técnico a checar el daño, ni las piezas, que si nos interesaba, ella ya había checado el costo de reparación y el mismo era el siguiente ocho mil pesos 00/100 el precio del panel frontal y un mil quinientos pesos 00/100, el costo de la mano de obra,
eso únicamente en caso de que no se hubiese dañado alguna tarjeta, pues de lo contrario el precio aumentaría, que en caso de querer la reparación, se le llamara de nueva cuenta a ella y se mencionara que la llamada había quedado registrada con el número G160224109, para que entonces si viniera el técnico a mi domicilio.
Situación que es por demás absurda, pues la señorita Irma Juárez, ni siquiera vio la televisión, ni los soportes de ésta, para poder dar el diagnóstico de que la garantía no procedía.
Máxime que desde que se compró la televisión (16 de noviembre de 2015), por ser un aparato grande y con cierto peso, se montó conforme a las instrucciones adjuntadas por el proveedor, en la mesa sobre la que estaba y de ahí no se movió para nada hasta el día que la encontramos tirada sobre la mesa de centro (21 de julio de 2016).
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