Pésimo servicio en la Librería del FCE
Después de la remodelación de la librería "Octavio Paz" del Fondo de Cultura Económica (en Miguel Ángel de Quevedo y Universidad), los clientes tenemos que valernos de nuestros propios medios para encontrar los libros que necesitamos. Los dependientes se niegan a atender al público, y las computadoras sólo sirven para saber cuántos ejemplares existen en estantería, pero no hay poder humano que los encuentre.
Lo que es realmente grave es que a los empleados no les importe. Dejan que los posibles compradores abandonen la librería con la frustración de saber que el ejemplar existe, pero que nadie tuvo la delicadeza de proporcionárselo. Es evidente que su sueldo no está basado en comisiones, pues las ventas no les importan. Cada vez que un lector potencial no encuentra un libro que necesita, las probabilidades de que lo siga buscando prácticamente desaparecen.
Es verdaderamente lamentable que la comunicación entre el autor y el lector quede interrumpida por la mediocridad de unos empleados obtusos cuya única forma de ejercer poder es mediante el autoboicot.
Eduardo García
Quieres responder a alguna queja en el sitio
como representante, entonces necesitas utilizar este formulario.