UNAM Abuso psicológico a personas de escasos recursos
El 95% de los matriculados en la masiva UNAM son personas de escasos recursos, la pobreza acostumbra a la gente a no analizar los temas desde diversas aristas porque viven en un mundo sin opciones, es decir, tienen una voluntad disminuida, terminan arrodillándose a la autoridad o bien se protegen en la sombra de otros grupos influyentes (en ese sector socioeconómico) los anarquistas por ejemplo (en donde se demuestran a sí mismos la gente tan “libre y pensante” que son).
Esta vulnerabilidad, los hace perfectos para recibir una inducción muy violenta, al entrar a la UNAM, claro está te dan tus credenciales e invitaciones a muchos eventos de la universidad, conciertos, conferencias, etc. Dentro de las materias de tronco común introducen temas relacionados a la historia de la universidad, sus reglamentos y peculiaridades mágicas (como el tema de la seguridad dentro de los planteles). El alumno de pocos recursos le da la impresión de que entro a estudiar en otro país, para sus ilusiones un país más educado. (Recordemos que entra gente que no podría “estudiar” nada de no ser por la UNAM, recordemos que son gente que no compra su ropa en almacenes ni boutiques, a ellos no los dejarían entrar a muchos establecimientos que atienden a las clases medias y alta).
Como no están acostumbrados a comprar nada, no saben bien lo que es un servicio, no saben bien lo que es competencia de mercado y como son obedientes (obedientes con los porros también) no saben reclamar por un mal servicio, tampoco pagarlo, es por eso que toleran que no les den clases, es más lo aprovechan para hacerse “autodidactas” y hasta dicen que así es mejor para ser más pensantes y críticos “como dijo el profe el que me cae ree bien” ((el que nada más ven una vez en todo el semestre (-Que nivel de obediencia por Dios-))
La inconciencia de este sector vulnerable, los imposibilita para dimensionar la competitividad de la UNAM, recordemos que casi nadie de ellos nunca ha salido al mundo desarrollado (canada usa alemania uk) pero si han recibido educación nacionalista en escuelas públicas, lo que les genera una miopía perfecta para que se atrevan a compararse con los mejores del mundo, sin plantarse ninguna pregunta para dimensionar el logro institucional. (obediencia de nuevo)
La UNAM cuando es nombrada en los medios, es presentada con una redacción mesiánica, al grado del cinismo, de no estar inconforme si no aplaudiendo su lugar en rankings internacionales. Invitando al Orgullo por la UNAM. Si, orgullo, es fácil hacer que los sectores populares celebren antes que analizar y como insisto son personas muy obedientes, no cuestionan la celebración.
“Nosotros somos de mucho nivel, nuestra universidad no tiene nada que pedirle a HARVARD” (les juro que he escuchado eso no es broma)
“Nosotros sí sabemos argumentar, hacemos pedazos a los del TEC en discusiones” ((esto lo vi hace rato en un foro y créanme que ganar una discusión implica mucha neurolingüística, mentalidad sin complejos e inteligencia emocional) es decir otra mentira detectada).
Al mismo tiempo la conveniencia de hablar bien de la UNAM tiene un claro efecto en el mercado, los estudiantes mienten, los egresados mienten, los trabajadores de la UNAM mienten. Ok pero por qué? Porque si se pusieran a hablar bien de lo que pasa dentro de la UNAM, nadie en su sano juicio los contrariaría. TABÚ contratado por la gente de la UNAM y la sociedad mexicana.
La neurosis implantada por la UNAM es clara, el problema es que las víctimas no nada más no estas pobres personas si no la sociedad en general, dado a que la UNAM tiene un amplio alcance por la cantidad de gente que estudio allí, infectando a la sociedad con muchos enfermos de mitomanía.
Conclusión:
Cuídense de quienes se ponen a hablar bien de este lugar.
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Comentarios sobre esta queja
en primera, de donde sacas que el 95% de los estudiantes de la unam son personas de bajos recursos ??
date una vuelta por ciudad universitaria, y te daras cuenta que hay representados de todas las clases sociales.
ahora, haciendo a un lado toda la paja que le metiste a tu queja para hacerla rimbombante, no le encuentro sentido a nada de lo que dices.
tu titulo habla de maltrato psicologico, donde esta tal ?? los estudiantes tienen ante si una gama inmensa de posibilidades para desarrollarse en la unam, y cada quien elige el camino a seguir.
mitomania ?? donde ?? la unam es la mejor universidad de mexico, y no porque lo digan los estudiantes, es simplemente el resultado de analizar los cifras.
la unam no son los manifestantes, ni los porros, ni los fosiles que van a matar el tiempo ahi.
sentirte orgulloso de pertenecer a una institucion tan grande no es mitomania. en todo caso, mas engaño sufren los estudiantes de escuelas privadas de prestigio que piensan que tienen asegurado el exito en la vida por el simple hecho de contar con un titulo del itam, la ibero, la anahuac, etc, etc.
al igual que tu queja, la unam tiene mucha paja dentro de la institucion, gente que degenera el verdadero sentido que tiene, pero son los menos.
la clase social no tiene nada que ver con lo que planteas en tu queja, creo que simplemente escribiste lo primero que se te vino a la cabeza.
por cierto, y solo para ser objetivos, yo soy egresado de la anahuac, y por decision propia, y no falta de recursos, estoy haciendo una maestria en la unam.
date una vuelta por ciudad universitaria, y te daras cuenta que hay representados de todas las clases sociales.
ahora, haciendo a un lado toda la paja que le metiste a tu queja para hacerla rimbombante, no le encuentro sentido a nada de lo que dices.
tu titulo habla de maltrato psicologico, donde esta tal ?? los estudiantes tienen ante si una gama inmensa de posibilidades para desarrollarse en la unam, y cada quien elige el camino a seguir.
mitomania ?? donde ?? la unam es la mejor universidad de mexico, y no porque lo digan los estudiantes, es simplemente el resultado de analizar los cifras.
la unam no son los manifestantes, ni los porros, ni los fosiles que van a matar el tiempo ahi.
sentirte orgulloso de pertenecer a una institucion tan grande no es mitomania. en todo caso, mas engaño sufren los estudiantes de escuelas privadas de prestigio que piensan que tienen asegurado el exito en la vida por el simple hecho de contar con un titulo del itam, la ibero, la anahuac, etc, etc.
al igual que tu queja, la unam tiene mucha paja dentro de la institucion, gente que degenera el verdadero sentido que tiene, pero son los menos.
la clase social no tiene nada que ver con lo que planteas en tu queja, creo que simplemente escribiste lo primero que se te vino a la cabeza.
por cierto, y solo para ser objetivos, yo soy egresado de la anahuac, y por decision propia, y no falta de recursos, estoy haciendo una maestria en la unam.
por favor no caigan en el sucio juego de este user que ya utilizó el recurso de atacar a la UNAM y como le dio resultado va por la segunda ronda, pero si leen los comentarios de esta queja y la anterior que subió se darán cuenta que no aporta nada y solo lo hace para divertirse a costa de la Máxima Casa de Estudios de México.
annabelle
Yo estuve en la UNAM me salí por una la huelga del mosh y tuve que hacer mis estudios en una privada
Mi papá también estudio en la UNAM a finales de los 60, el sabe lo que fue la UNAM en una época mejor, pero también por mi caso sabe en lo que se convirtio.
Mi interés en el tema es porque la sociedad requiere limpiarse de muchos paradigmas para ser mas justa y competitiva. Y uno de esos paradigmas es la imagen de la unam, usted misma se ha expresado de la UNAM con un eslogan publicitario "la máxima casa de estudios", la invito delimitación del tema que expongo para que sea un buen complemento pero fuera de discursos políticos por favor.
mi interés es con la verdad
una sociedad mas sincera es una sociedad mas justa
Yo estuve en la UNAM me salí por una la huelga del mosh y tuve que hacer mis estudios en una privada
Mi papá también estudio en la UNAM a finales de los 60, el sabe lo que fue la UNAM en una época mejor, pero también por mi caso sabe en lo que se convirtio.
Mi interés en el tema es porque la sociedad requiere limpiarse de muchos paradigmas para ser mas justa y competitiva. Y uno de esos paradigmas es la imagen de la unam, usted misma se ha expresado de la UNAM con un eslogan publicitario "la máxima casa de estudios", la invito delimitación del tema que expongo para que sea un buen complemento pero fuera de discursos políticos por favor.
mi interés es con la verdad
una sociedad mas sincera es una sociedad mas justa
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VERTO:
estudio mi maestria en la unam porque es la mejor opcion. asi de simple.
tengo la posibilidad de pagar mis estudios en muchas escuelas privadas, pero lo mas caro no simpre es lo mejor.
Que lastima que tengas una mala imagen de la unam, pero en realidad, como te dije en mi primer comentario, tu queja no dice absolutamente nada. alguna frustacion debe de haber en ti para escribir lo primero que te viene a cabeza, aun cuando no digas nada. suerte con eso..
estudio mi maestria en la unam porque es la mejor opcion. asi de simple.
tengo la posibilidad de pagar mis estudios en muchas escuelas privadas, pero lo mas caro no simpre es lo mejor.
Que lastima que tengas una mala imagen de la unam, pero en realidad, como te dije en mi primer comentario, tu queja no dice absolutamente nada. alguna frustacion debe de haber en ti para escribir lo primero que te viene a cabeza, aun cuando no digas nada. suerte con eso..
Hay algunas cosas que si tiene razón VERTO no le puedo discutir.
Pero tampoco puedo decir que la UNAM es tan mala institución porque es una universidad con enfoque científico social y humanista que otras universidades no tienen.
Desafortundamente México no hay tanto apoyo para la investigación.
En donde yo creo que tiene mucha razón VERTO es en la cuestión del mercado laboral que la UNAM no te prepara exactamente para lo que requiere una empresa.
Yo estudio Psicología en la UNAM y trabajo soy promotora de salud mental y lo que me enseñan en la facultad algunas cosas no va tan encaminadas a lo que hago en mi trabajo.
En la escuela me enseñan hacer entrevistas, aplicar test psicometricos etc.
En donde trabajo tengo que convencer a la gente (cliente) para que acuda a un centro de atención psicológica, repartir y hacer propaganda, animar eventos.
Pero tampoco puedo decir que la UNAM es tan mala institución porque es una universidad con enfoque científico social y humanista que otras universidades no tienen.
Desafortundamente México no hay tanto apoyo para la investigación.
En donde yo creo que tiene mucha razón VERTO es en la cuestión del mercado laboral que la UNAM no te prepara exactamente para lo que requiere una empresa.
Yo estudio Psicología en la UNAM y trabajo soy promotora de salud mental y lo que me enseñan en la facultad algunas cosas no va tan encaminadas a lo que hago en mi trabajo.
En la escuela me enseñan hacer entrevistas, aplicar test psicometricos etc.
En donde trabajo tengo que convencer a la gente (cliente) para que acuda a un centro de atención psicológica, repartir y hacer propaganda, animar eventos.
Don´t feed the troll..
Desmond: tienes la boca llena de razon...
No es por ofender a nadie ni menos atacar a nadie y respeto tu queja y el punto de opinión de los demás
Pero para que nos engañamos casi ninguna universidad te asegura un futuro laboral de maravilla. Muy rara la que si te ofrece este futuro soñado.
Y creo que el trauma psicológico mas grande es cuando el universitario egresado inicia a buscar empleo y no encuentra trabajo de lo que estudio o el salario, la jornada laboral y las actividades que va a realizar no le convienen.
Las empresas necesitan empleados que satisfagan sus necesidades y los trabajadores deben cubrir ciertas competencias en base al empleo que van a desempeñar. Y lo menos que buscan las empresas es que cubran las necesidades de una universidad.
Los trabajos que hay mas en el Distrito Federal van relacionado al comercio y servicios y varios de ellos no requieren una licenciatura
Ejemplos de empleos (referencia OCC, computrabajo, portal del empleo periódicos)
Promotora o Promotor
Demostradora
Vendedor
Ayudante general
Mesero
Chófer
Repartidor
Vigilante o Guardia de seguridad
Agentes de seguros, financieros etc.
Edecan
Asistente administrativo
Operador Telefónico
etc.
Todo nada que ver con una carrera universitaria
Pero para que nos engañamos casi ninguna universidad te asegura un futuro laboral de maravilla. Muy rara la que si te ofrece este futuro soñado.
Y creo que el trauma psicológico mas grande es cuando el universitario egresado inicia a buscar empleo y no encuentra trabajo de lo que estudio o el salario, la jornada laboral y las actividades que va a realizar no le convienen.
Las empresas necesitan empleados que satisfagan sus necesidades y los trabajadores deben cubrir ciertas competencias en base al empleo que van a desempeñar. Y lo menos que buscan las empresas es que cubran las necesidades de una universidad.
Los trabajos que hay mas en el Distrito Federal van relacionado al comercio y servicios y varios de ellos no requieren una licenciatura
Ejemplos de empleos (referencia OCC, computrabajo, portal del empleo periódicos)
Promotora o Promotor
Demostradora
Vendedor
Ayudante general
Mesero
Chófer
Repartidor
Vigilante o Guardia de seguridad
Agentes de seguros, financieros etc.
Edecan
Asistente administrativo
Operador Telefónico
etc.
Todo nada que ver con una carrera universitaria
Un país subsidiado que se llama UNAM
Relata hoy en su columna Germán Dehesa que ayer, domingo, estuvo disfrutando el partido de futbol de los "pumas" de la UNAM en el palco que, en el estadio de Ciudad Universitaria, suelen ocupar el Rector y sus invitados.
Cuenta Dehesa que en el palco había "un numeroso grupo de pumas" y que, por lo menos en lo que hace a él (Dehesa), la animada plática fue de todo "menos de futbol" (aun cuando los "pumas", para regocijo de Dehesa y de los asistentes al palco del Rector, vencieron tres goles a cero a los "gallos blancos" de Querétaro) y que uno de los asuntos recurrentes en las conversaciones fue acerca de los nuevos impuestos y "sobre-impuestos" que - dice el mismo periódico en que escribe Dehesa- el gobierno quiere cobrarle a los mexicanos para cuadrar las finanzas públicas federales en 2010. Por supuesto Dehesa se opone a pagar más gravámenes y pide que, antes, le expliquen en qué se gasta tanto dinero.
Tiene razón, pero para hacer la tarea completa el mismo Dehesa debió preguntarle al Rector José Narro, que no pierde oportunidad de oponerse con vehemencia a cualquier recorte al gasto público destinado a "la educación superior", en general, y a la UNAM, en particular, cuánto gastan al año, cuánto de lo que gastan proviene del presupuesto federal y si, acaso, es tan desorbitado pedir que la UNAM, "máxima" casa de estudios de México (como suelen decir algunos que confunden tamaño con grandeza) se sacrifique un poco en materia de gasto, dado que la inmensa mayoría de los mexicanos tenemos que hacerlo hoy y tendremos que seguirlo haciendo durante 2010.
Lejos de mí censurar el jolgorio que cada 15 días, cuando hay partido de "los pumas", hacen el Rector y sus amigos en el famoso palco, facilidad apreciable y costosa que, no es descabellado suponer, pagamos de una u otra forma el conjunto de los mexicanos, pero veamos, para poner las cosas en perspectiva, algunos numeritos acerca de lo que es la UNAM, en términos de gasto.
Lo primero que salta a la vista es que la UNAM gasta en un año el equivalente, en dólares, al 50 por ciento de lo que gasta un país entero como El Salvador. Esto es que, sin exagerar, la UNAM por sí sola es como todo un pequeño país en términos de gasto.
Un país peculiar, sin duda, porque cuando menos el 85 por ciento de sus egresos proviene de dinero federal. Un país dentro de otro país, subsidiado fuertemente por el papá, el tío o el hermano mayor (no sé bien cuál sería la equivalencia).
Van cifras y comparaciones y que cada cual concluya lo que pueda y lo que quiera:
Presupuesto de la UNAM 2009: Son 24,337 millones de pesos - esto es unos 1,822 millones de dólares al tipo de cambio actual- lo que equivale a 68 por ciento del presupuesto total del estado de Oaxaca (2,665 millones de dólares) y más o menos a la mitad del presupuesto total de toda la república de El Salvador (poco menos de 3,628 millones de dólares).
De ese presupuesto, la UNAM destina poco más del 60 por ciento a lo que la propia universidad define como actividades docentes, esto es: unos 1,546 millones de dólares. La UNAM en todos los niveles y modalidades, preparatorias, licenciaturas, posgrados y otros, registra como inscritos a 305,969 alumnos este año, con lo que cada alumno cuesta, en números brutos y en promedio, 79 mil 540 pesos al año, es decir más que lo que de colegiatura anual cobran universidades privadas de las más caras como el ITESM o la Iberoamericana.
Obviamente el resto del dinero gastado por la UNAM, unos 276 millones de dólares, se va en gastos administrativos, construcción y mantenimiento de edificios, así como otras actividades extra-acadámicas que no son, por definición propia de la UNAM, docentes.
El doctor (en medicina) José Narro, Rector de la UNAM, dice que en lugar de recortar el gasto público que se destina a la educación superior lo que hay que hacer es "cambiar de modelo económico". No me queda claro cómo se le hace para que el cambio de modelo genere de golpe más recursos públicos, sobre todo cuando los invitados y amigos del Rector, según Dehesa, se oponen a pagar más impuestos ... A tales amigos habrá que mostrarles que "la lana" se gasta, entre otras cosas, en ese país, dentro de otro país, que se llama UNAM y una pequeñísima parte, imagino, en el mantenimiento del amplio y concurrido palco de los invitados del Rector a los partidos de futbol.
Lo que concluyo de las declaraciones del rector Narro y del hecho de que los alumnos de la UNAM paguen el equivalente a 20 centavos al año como cuota (¿simbólica o de burla?) por su educación, y de que no haya quién se anime a cobrarles un poquito más (digamos, siquiera lo que pagan los alumnos de otras universidades públicas de menos postín y renombre) es que México es un país muy especial: No sólo se puede dar el lujo de sostener unos pequeños países dentro del país mayor (como la UNAM) sino que es un país en el que parece que es más fácil "cambiar de modelo económico" que empezar a cobrarles un poquito más de 20 centavos al año a estudiantes que, a todas luces, son privilegiados.
¿O acaso cuando Narro habla de cambiar de modelo está pensando en cobrar colegiaturas? No lo creo.
Relata hoy en su columna Germán Dehesa que ayer, domingo, estuvo disfrutando el partido de futbol de los "pumas" de la UNAM en el palco que, en el estadio de Ciudad Universitaria, suelen ocupar el Rector y sus invitados.
Cuenta Dehesa que en el palco había "un numeroso grupo de pumas" y que, por lo menos en lo que hace a él (Dehesa), la animada plática fue de todo "menos de futbol" (aun cuando los "pumas", para regocijo de Dehesa y de los asistentes al palco del Rector, vencieron tres goles a cero a los "gallos blancos" de Querétaro) y que uno de los asuntos recurrentes en las conversaciones fue acerca de los nuevos impuestos y "sobre-impuestos" que - dice el mismo periódico en que escribe Dehesa- el gobierno quiere cobrarle a los mexicanos para cuadrar las finanzas públicas federales en 2010. Por supuesto Dehesa se opone a pagar más gravámenes y pide que, antes, le expliquen en qué se gasta tanto dinero.
Tiene razón, pero para hacer la tarea completa el mismo Dehesa debió preguntarle al Rector José Narro, que no pierde oportunidad de oponerse con vehemencia a cualquier recorte al gasto público destinado a "la educación superior", en general, y a la UNAM, en particular, cuánto gastan al año, cuánto de lo que gastan proviene del presupuesto federal y si, acaso, es tan desorbitado pedir que la UNAM, "máxima" casa de estudios de México (como suelen decir algunos que confunden tamaño con grandeza) se sacrifique un poco en materia de gasto, dado que la inmensa mayoría de los mexicanos tenemos que hacerlo hoy y tendremos que seguirlo haciendo durante 2010.
Lejos de mí censurar el jolgorio que cada 15 días, cuando hay partido de "los pumas", hacen el Rector y sus amigos en el famoso palco, facilidad apreciable y costosa que, no es descabellado suponer, pagamos de una u otra forma el conjunto de los mexicanos, pero veamos, para poner las cosas en perspectiva, algunos numeritos acerca de lo que es la UNAM, en términos de gasto.
Lo primero que salta a la vista es que la UNAM gasta en un año el equivalente, en dólares, al 50 por ciento de lo que gasta un país entero como El Salvador. Esto es que, sin exagerar, la UNAM por sí sola es como todo un pequeño país en términos de gasto.
Un país peculiar, sin duda, porque cuando menos el 85 por ciento de sus egresos proviene de dinero federal. Un país dentro de otro país, subsidiado fuertemente por el papá, el tío o el hermano mayor (no sé bien cuál sería la equivalencia).
Van cifras y comparaciones y que cada cual concluya lo que pueda y lo que quiera:
Presupuesto de la UNAM 2009: Son 24,337 millones de pesos - esto es unos 1,822 millones de dólares al tipo de cambio actual- lo que equivale a 68 por ciento del presupuesto total del estado de Oaxaca (2,665 millones de dólares) y más o menos a la mitad del presupuesto total de toda la república de El Salvador (poco menos de 3,628 millones de dólares).
De ese presupuesto, la UNAM destina poco más del 60 por ciento a lo que la propia universidad define como actividades docentes, esto es: unos 1,546 millones de dólares. La UNAM en todos los niveles y modalidades, preparatorias, licenciaturas, posgrados y otros, registra como inscritos a 305,969 alumnos este año, con lo que cada alumno cuesta, en números brutos y en promedio, 79 mil 540 pesos al año, es decir más que lo que de colegiatura anual cobran universidades privadas de las más caras como el ITESM o la Iberoamericana.
Obviamente el resto del dinero gastado por la UNAM, unos 276 millones de dólares, se va en gastos administrativos, construcción y mantenimiento de edificios, así como otras actividades extra-acadámicas que no son, por definición propia de la UNAM, docentes.
El doctor (en medicina) José Narro, Rector de la UNAM, dice que en lugar de recortar el gasto público que se destina a la educación superior lo que hay que hacer es "cambiar de modelo económico". No me queda claro cómo se le hace para que el cambio de modelo genere de golpe más recursos públicos, sobre todo cuando los invitados y amigos del Rector, según Dehesa, se oponen a pagar más impuestos ... A tales amigos habrá que mostrarles que "la lana" se gasta, entre otras cosas, en ese país, dentro de otro país, que se llama UNAM y una pequeñísima parte, imagino, en el mantenimiento del amplio y concurrido palco de los invitados del Rector a los partidos de futbol.
Lo que concluyo de las declaraciones del rector Narro y del hecho de que los alumnos de la UNAM paguen el equivalente a 20 centavos al año como cuota (¿simbólica o de burla?) por su educación, y de que no haya quién se anime a cobrarles un poquito más (digamos, siquiera lo que pagan los alumnos de otras universidades públicas de menos postín y renombre) es que México es un país muy especial: No sólo se puede dar el lujo de sostener unos pequeños países dentro del país mayor (como la UNAM) sino que es un país en el que parece que es más fácil "cambiar de modelo económico" que empezar a cobrarles un poquito más de 20 centavos al año a estudiantes que, a todas luces, son privilegiados.
¿O acaso cuando Narro habla de cambiar de modelo está pensando en cobrar colegiaturas? No lo creo.
La UNAM: modelo de ineficiencia. Andrés Oppenheimer.
La UNAM de México y la UBA de la Argentina son dos vacas sagradas en sus países, que pocos se atreven a criticar, a pesar de que son monumentos a la ineficiencia, y una receta para el subdesarrollo.
Un ranking de las mejores doscientas universidades del mundo realizado por el suplemento educativo del periódico británico The Times les dio una pésima nota a las universidades latinoamericanas: según el estudio, hay una sola universidad de la región que merece estar en esa lista. Y está casi al final: en el puesto 195. ¿Son tan malas las universidades latinoamericanas?, me pregunté cuando leí el estudio ¿Nos están contando cuentos de hadas quienes dicen que nuestros académicos y científicos triunfan en los Estados Unidos y Europa? ¿O es que el ranking de The Times de Londres está sesgado a favor de universidades de los países ricos?
Según el listado de The Times, las mejores universidades del mundo están en los Estados Unidos, encabezadas por Harvard, la universidad de California en Berkeley y el Instituto Tecnológico de Massachusetts. De las veinte mejores universidades del planeta, son de los Estados Unidos, y les siguen las de Europa, Australia, Japón. China, India e Israel. La única universidad latinoamericana que aparece en la lista es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) un monstruo de 269.000 estudiantes que —salvo unas pocas excepciones, como sus escuelas de Medicina e Ingeniería— se encuentra entre las más obsoletas del mundo, especialmente si se tienen en cuenta los enormes recursos estatales que recibe.
Cuando hice un programa de televisión con varios rectores universidades latinoamericanas para que opinaran sobre este ranking la mayoría puso el grito en el cielo. ¡No es cierto!, decían varios. calumnias! Si nuestras universidades fueran tan malas, no tendríamos tantos profesores en Harvard, Stanford o La Sorbona, proclamaban que el sondeo del Times era sesgado, decían: probablemente quienes lo habían hecho se basaron en opiniones de académicos de los Estados Unidos y Europa, y en trabajos científicos publicados en las principales revistas académicas internacionales, que están escritas en ingles. Ahí, las universidades latinoamericanas estaban en clara desventaja, señalaban. Uno de los pocos que dio la nota discordante fue Jeffrey Puryear, uno de los máximos expertos internacionales en temas de educación en América latina, y funcionario del Diálogo Interamericano, un centro de estudios en Washington D.C. “No me extrañan para nada los resultados generales del sondeo”, dijo Puryear, encogiéndose de hombros, ante la mirada atónita de algunos de los panelistas. “Gran parte de las universidades latinoamericanas son estatales, y los gobiernos no les exigen mucho en materia de control de calidad. Y cuando intentan exigirles calidad, las universidades se resisten escudándose en el principio de la autonomía universitaria”, agregó.
Cuando llamé a The Times para preguntar cómo se había hecho el ranking, los responsables del índice me dijeron que se habían basado en cinco criterios, incluyendo una encuesta entre académicos de 88 países, un conteo del número de citas en publicaciones académicas, y la relación numérica entre profesores y estudiantes en cada centro de estudios. Sin embargo, el peso de las citas académicas en la evaluación total era relativamente pequeño: contaban un 20 por ciento del total. Y también había una adecuada representación geográfica, según The Times: de 1.300 académicos entrevistados, casi trescientos eran de América latina. Si la encuesta hubiese incluido más académicos de países en desarrollo, los resultados hubieran sido parecidos, agregaron: la Universidad de Shanghai había hecho un ranking de las mejores quinientas universidades del mundo, y su elección de las primeras doscientas había sido bastante parecida.
En efecto, la Universidad Jiao Tong de Shanghai, una de las más antiguas y prominentes de China, había publicado su índice en 2004 con el objeto de orientar al gobierno y las universidades chinas sobre dónde enviar a sus estudiantes más brillantes. Los chinos habían hecho su ranking basados en el número de premios Nobel de cada universidad, la cantidad de investigadores más citados en publicaciones académicas y la calidad de la educación en relación con el tamaño de cada universidad. Y el estudio había concluido que de las diez mejores universidades del mundo, ocho eran de los Estados Unidos —encabezadas por Harvard y Stanford— y dos de Gran Bretaña. En la lista de la Universidad de Jiao Tong había relativamente pocas fuera de los Estados Unidos y Europa: apenas 9 en China, 8 en Corea del Sur, 5 en Hong Kong, 5 en Taiwan, 4 en Sudáfrica, 4 en Brasil, 1 en México, 1 en Chile y 1 en la Argentina. Y las latinoamericanas estaban lejos de los primeros puestos: la UNAM, de México, y la Universidad de Sáo Paulo, de Brasil, estaban empatadas con otras que ocupaban los puestos 153 a 201, mientras que la Universidad de Buenos Aires (UBA) estaba entre las cien empatadas entre los puestos 202 y 301, y la Universidad de Chile, la Universidad Estatal de Campinas y la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil, aparecían junto con casi un centenar de otras universidades entre los puestos 302 y 403”’
Lo cierto es que tanto el ranking de The Times como el de la Universidad de Shanghai mostraban que los gobiernos de América latina viven en la negación. La UNAM, que recibe del Estado mexicano 1.500 millones de dólares por año,1 y la UBA, que recibe del Estado argentino 165 millones de dólares anuales,12 son ejemplos escandalosos de falta de rendición de cuentas al país. Ambas se niegan a ser evaluadas por los mecanismos de acreditación de sus respectivos Ministerios de Educación, bajo el pretexto de que son demasiado prestigiosas para someterse a un estudio comparativo con otras universidades de su propio país. “La UNAM es una institución cerrada a la evaluación externa”, me dijo Reyes Tamés Guerra, el secretario de Educación de México, en una entrevista. “Prácticamente todas las universidades públicas del país se han sometido a la evaluación externa, menos la UNAM.” Y en una entrevista en la Argentina, el ministro de Educación Daniel Filmus me decía lo mismo sobre la UBA: “Cuando empezamos a acreditar a las universidades, la UBA decidió no acreditar. Apeló (en los tribunales). El argumento es que tiene un nivel tal que no hay quién la acredite, y que atenta contra la autonomía universitaria que un organismo externo a la universidad la acredite. Hicieron un juicio contra el Ministerio de Educación”
Profesores sin sueldo, aulas sin computadoras.
La UNAM de México y la UBA de la Argentina son dos vacas sagradas en sus países, que pocos se atreven a criticar, a pesar de que son monumentos a la ineficiencia, y una receta para el subdesarrollo. Cuando se publicó el sondeo de The Times de Londres, por ejemplo, la mayoría de los periódicos mexicanos publicó la noticia —tomada de los jubilosos boletines de prensa de la UNAM— como si la evaluación hubiera sido excelente. El titular en la primera plana del Reforma, uno de los periódicos más influyentes de México, decía: “Está la UNAM entre las doscientas mejores” y “La Universidad Nacional Autónoma de México es una de las doscientas mejores del mundo y es la única institución de educación superior latinoamericana en un estudio realizado por el suplemento especializado en educación superior del diario londinense The Times”, decía el artículo. Y el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, salió a dar entrevistas radiales como si hubiera ganado una competencia deportiva. De manera similar, cuando se dio a conocer el ranking de la Universidad de Shanghai, otro influyente periódico mexicano, La Jornada, tituló: “La UNAM, la mejor universidad de América latina: estudio mundial”.’ El subtítulo decía que “ninguna institución de nivel superior privada figura en el ranking internacional”, omitiendo señalar que ninguna universidad privada estaba recibiendo un enorme subsidio estatal. De hecho, la pobre ubicación de la UNAM en ambos rankings —a pesar de recibir mucho más dinero del Estado que docenas de universidades de otros países que salieron mejor posicionadas— y la ausencia de otras universidades de América latina en el listado, deberían haber generado un debate nacional y regional. En Francia, cuando se conoció que el estudio de la Universidad de Shanghai incluía sólo veintidós universidades francesas entre las mejores del mundo, y que la primera estaba en el lugar número 65, se armó una batahola, y motivó que la Unión Europea iniciara una investigación exhaustiva sobre cómo mejorar el nivel de sus universidades; pareciera que en México celebramos la mediocridad antes que realizar una crítica contundente a nuestras vacas sagradas.
Según todos los estudios comparativos, los países latinoamericanos invierten menos en Educación que los de Europa y Asia. Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Israel, por ejemplo, destinan alrededor del 7 por ciento de su producto bruto anual a la educación. Los países de la ex Europa del Este invierten alrededor del 5. Comparativamente, México destina el 4,4; Chile el 4,2; Argentina el 4; Perú el 3,3; Colombia el 2,5 y Guatemala, el 1,7. “Y no sólo gastamos menos, sino que la gastamos mal”, me dijo Juan José Llach, un ex ministro de Educación de la Argentina. Según Llach, casi la totalidad del gasto educativo de muchos países de la región se destina a pagar salarios, y ni siquiera del personal docente, sino del personal de mantenimiento y del administrativo. Según un estudio del Banco Mundial, el 90 por ciento del gasto público en las universidades de Brasil es para pagar sueldos de personal actual y jubilado, y en la Argentina la cifra es del 80 por ciento. Como resultado, el sistema universitario latinoamericano padece de “baja calidad”, con universidades sobrepobladas. edificios deteriorados, carencia de equipos, materiales de instrucción obsoletos e insuficiente capacitación y dedicación de los profesores. El estudio señala que mientras en Gran Bretaña el 40 por ciento de los profesores universitarios tienen doctorados, en Brasil la cifra es del 30, en la Argentina y Chile del 12, en Venezuela del 6, en México del 3 y en Colombia del 2.
Increíblemente, casi el 40 por ciento de los profesores de la Universidad de Buenos Aires son ad honorem: trabajan gratis, porque la universidad más prestigiosa de la Argentina no puede pagarles un sueldo. Según el censo docente de la UBA, hay 11.003 profesores que trabajan gratis en sus trece facultades, la mayoría de ellos alumnos recién graduados que enseñan bajo la denominación de “profesores auxiliares”.
¿Es la UNAM una Universidad de ricos subsidiada por el estado?
Claro, se estarán diciendo muchos, Noruega y Suecia pueden destinar el 7 por ciento de su producto bruto a la educación porque no tienen gente que se muere de hambre. Sin embargo, muchos otros países que han elevado enormemente su calidad de vida en las últimas décadas no lo hicieron desviando fondos estatales de la lucha contra la pobreza, sino haciendo que los estudiantes de clase media y alta paguen por sus estudios, ya sea durante o después de los mismos. América latina, en efecto, es una de las últimas regiones del mundo donde todavía hay países en los que se subsidia el estudio de quienes pueden pagar. Se trata de un sistema absurdo por el cual toda la sociedad —incluidos los pobres— subsidia a un número nada despreciable de estudiantes pudientes. Según el Banco Mundial, más del 60 por ciento de los estudiantes en las universidades estatales de México, Brasil, Colombia, Chile, Venezuela y la Argentina pertenecen al 20 por ciento más rico de la sociedad. “La educación universitaria en América latina sigue siendo altamente elitista, y la mayor parte de los estudiantes provienen de los segmentos más adinerados de la sociedad”, dice el informe. En Brasil, un 70 por ciento de los estudiantes universitarios pertenecen al 20 por ciento más rico de la sociedad, mientras que sólo el 3 por ciento del cuerpo estudiantil está compuesto por jóvenes que vienen de los sectores más pobres. En México, el 60 por ciento de la población estudiantil de la UNAM proviene del 20 por ciento más rico de la sociedad, y en la Argentina, el 32. Otro estudio, de la Unesco, calcula que el 80 por ciento de los estudiantes universitarios brasileños, el 70 de los mexicanos y el 60 de los argentinos vienen de los sectores más ricos de la sociedad. ¿Cómo se explica eso? Los autores del estudio dicen que la razón es muy sencilla: los estudiantes de origen humilde que fueron a escuelas públicas llegan tan mal preparados a la universidad que la mayoría abandona sus estudios al poco tiempo de empezar. Eso lleva a una situación paradójica, en la que los ricos están sobre representados en las universidades gratuitas, por lo que el sistema “constituye una receta para aumentar la desigualdad”, concluye el informe del Banco Mundial. En nombre de la igualdad social, se está excluyendo a los pobres, al no darles la posibilidad de recibir becas.
En años recientes, casi todos los países europeos dejaron atrás la educación universitaria gratuita, para cobrarles a quienes pueden pagar. Las universidades estatales de Gran Bretaña comenzaron a cobrar a sus estudiantes en 1997. En España, los estudiantes en todas las universidades públicas pagan unos 550 dólares por año, menos quienes vienen de hogares pobres, o familias con más de tres hijos. María Jesús San Segundo, la ministra de Educación del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, me señaló en una entrevista que el número de universitarios que no pagan aranceles en su país es de “cerca de un 40 por ciento”. Y los pagos del restante 60 por ciento de los estudiantes de clases medias y altas contribuyen a cubrir un nada despreciable 15 por ciento del presupuesto universitario. La tendencia europea es hacia el pago de los estudios. Según me dijo la ministra, casi todos los países europeos financian alrededor del 20 por ciento de su presupuesto universitario con aranceles que cobran a los estudiantes. En Alemania, luego de una larga batalla legal, la Corte Suprema autorizó a todas las universidades a cobrarles a sus alumnos, algo que ya venían haciendo algunas de ellas en varios estados.
En algunos países latinoamericanos ya se comenzó a corregir el subsidio a los ricos: Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica y Costa Rica tienen sistemas por los cuales los estudiantes que pueden pagar deben hacerlo. Pero cuando la UNAM intentó introducir un sistema parecido en México en 1999, durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, tuvo lugar una huelga estudiantil que paralizó la universidad y obligó a las autoridades a dar marcha atrás. Cuando asumió Fox, ni el gobierno ni las autoridades universitarias se animaron a reflotar el tema.
En China comunista, los estudiantes pagan:
Para mi enorme sorpresa, me encontré que hasta en la China comunista los estudiantes universitarios de familias pudientes, tienen que pagar sus estudios, y contribuir de esa manera a subsidiar el aprendizaje de los más pobres y a mejorar el nivel de las universidades. Eso ayuda a explicar el motivo por el cual, según el ranking de The Times de Londres, la Universidad de Beijing está en el puesto 17 a nivel mundial, la de Hong Kong en el 39 y la de Tsing Hua en el puesto 61, muy por encima del puesto 195 en el que aparece la UNAM. Y no es, como uno podría suponer, porque los chinos les están otorgando más dinero a sus universidades públicas. Todo lo contrario: el gobierno chino gasta apenas el 2,1 por ciento del producto bruto nacional en la educación, menos que casi todos los países latinoamericanos, según las cifras del PNUD. Las 1.552 universidades chinas se han modernizado en parte gracias a los pagos de aranceles de sus estudiantes, según me explicaron funcionarios chinos.
Cuando visité el Ministerio de Educación en Beijing y entrevisté a varios de sus funcionarios, lo que más me sorprendió fue que los pagos que hacen los estudiantes universitarios a sus centros de estudios no tienen nada de simbólico. Al contrario, desde que se terminó con la educación universal gratuita en 1996, las cuotas de los estudiantes que están en condiciones de pagar han aumentado progresivamente. Zhu Muju, una alta funcionaria del Ministerio, me dijo que “al principio se cobraba el equivalente a 25 dólares por año por alumno. Pero la cifra ha crecido a entre 500 y 600 dólares anuales. Es mucho dinero para los estudiantes, pero las matrículas constituyen una parte considerable de los ingresos de las universidades”. De hecho, en 2003, las universidades chinas se financiaron en un 65 por ciento con fondos del Estado, y en un 35 por ciento con las cuotas que pagan sus alumnos, según cifras oficiales. ¿Pero eso no iba contra todos los principios de la izquierda en todo el mundo?, pregunté. La funcionaria me miró extrañada, y explicó: “China es un país con enormes necesidades educativas que el gobierno no puede satisfacer. No podemos ofrecer educación gratuita. Creo que el sistema actual es bueno: promueve el desarrollo de la educación y es un estímulo para que los estudiantes se tomen su estudio más en serio y estudien más fuerte”. “Sólo los estudiantes más pobres, la mayoría de ellos en zonas rurales, no pagan por sus estudios, y en muchos casos reciben subsidios adicionales para poder estudiar sin necesidad de trabajar al mismo tiempo”, agregó Zhu.
Qué ironía, pensé. Mientras los sectores de izquierda mas retrógrados de América latina seguían defendiendo la educación universitaria gratuita, y las universidades latinoamericanas tenían cada vez menos dinero para comprar computadoras o pagarles a sus profesores, la mayor potencia comunista del mundo estaba cobrando aranceles a millones de estudiantes, y logrando colocar a sus universidades entre las mejores del planeta. ¿Por qué la vieja guardia de la izquierda latinoamericana seguía insistiendo en la educación gratuita para todos, incluso la población mayoritaria de ricos, cuando ni los chinos comunistas lo hacían? Unos lo hacían por dogmatismo, otros por ignorancia, y otros por considerar que, dados los niveles de corrupción en América latina, el sistema de cobrarles a los ricos para becar a los pobres nunca funcionaría. Según este argumento, la burocracia del sistema educativo se encargaría de robarse una buena parle del dinero, y el resultado final sería que los pobres se quedarían sin educación gratuita y sin becas. Teóricamente, el argumento tiene cierta lógica, pero se desmorona ante el hecho de que en la burocracia China hay tanta o más corrupción que en América latina, y que, en el estado calamitoso en que se encuentran las universidades latinoamericanas ahora, están perdiendo ricos y pobres por igual. La UNAM es el ejemplo máximo de como en lugar de tener escuelas ricas para estudiantes pobres, tenemos un sistema de escuelas pobres y de baja calidad que subvencionan a estudiantes ricos, y de cualquier manera los pobres y gran parte de la clase media baja quedan simplemente excluidos.
¿Habría que instituir de inmediato la universidad paga en países como la Argentina y México? Probablemente sería un golpe demasiado fuerte para los sectores medios, que en muchos países han sido los más castigados por recientes crisis económicas. Pero existen alternativas intermedias, que ayudarían enormemente a aumentar el presupuesto de las universidades y a becar a los pobres. Lo mejor, según deduje después de entrevistar a docenas de educadores, sería adoptar sistemas mixtos, como el de Australia, donde los jóvenes pueden estudiar gratuitamente, pero deben pagar una vez que se gradúan y obtienen empleos bien remunerados. Las universidades australianas se nutren en un 40 por ciento del presupuesto estatal, otro 40 de los pagos que hacen los graduados una vez que alcanzan un cierto nivel de salarios, y el 20 por ciento restante de la venta de servicios al sector privado. Es un sistema mucho más generoso para los estudiantes que el chino o el estadounidense, pero que podría contribuir en mucho a mejorar la calidad y la igualdad social en las universidades latinoamericanas.
Entran casi todos, pero terminan pocos
Otro de los grandes absurdos de algunas de las grandes universidades estatales latinoamericanas, que hace mucho se abandonó en China, es el ingreso irrestricto, y la falta de controles para impedir que haya estudiantes eternos. Bajo la premisa de que todos tienen derecho a estudiar, muchas de las grandes universidades de México, Brasil y la Argentina están garantizando que casi nadie pueda estudiar bien. Con los pocos recursos que tienen, están manteniendo una enorme cantidad de estudiantes que nunca terminan de recibirse. En la Argentina sólo egresan dos de cada diez estudiantes que entran en las universidades estatales. Eso significa que, en el sistema universitario argentino, de casi 1,5 millones de estudiantes, los contribuyentes están manteniendo a cientos de miles que nunca van a terminar sus estudios. En México hay unos 1,8 millones de estudiantes de licenciatura, pero se terminan titulando apenas poco más del 30 por ciento de los que ingresan anualmente. En Chile y Colombia, que tienen cupos para entrar en las universidades, la eficiencia universitaria es algo superior: se reciben entre tres y cuatro de cada diez estudiantes que entran en las universidades estatales.
En China existe un examen de ingreso obligatorio para todas las universidades, que dura dos días y es rendido anualmente por más de 6 millones de estudiantes. Y no es un examen fácil: un 40 por ciento de los aspirantes son reprobados, según el Ministerio de Educación. La competencia para entrar en las mejores universidades es durísima. Poco antes de mi visita a China, había explotado un escándalo de corrupción tras la revelación del programa televisivo “Focus TV”, de la Cadena Central de Televisión China (CCTV), de que tres empleados de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Beijing habían extorsionado a varios estudiantes, exigiéndoles el equivalente de 12 mil dólares a cada uno para ingresar en la universidad. La CCTV había grabado las conversaciones telefónicas, y el caso había terminado en condenas judiciales. Según la agencia de noticias oficial Xinhua, no se trataba de un hecho aislado. Pocos meses antes, funcionarios del Conservatorio de Música Xian, en la provincia norteña de Shaanxi, habían exigido sobornos de 3.620 dólares por cada estudiante admitido. El escándalo salió a la luz cuando algunos estudiantes se negaron a pagar y avisaron a las autoridades. “Algunos críticos aseguran que estos incidentes representan la punta del iceberg”, reconoció luego el periódico gubernamental China Daily Obviamente, todos estos incidentes ilustraban el extremo al que llegaba la competencia entre los jóvenes chinos para entrar en las universidades.
Aunque las universidades chinas admiten en su conjunto un promedio del 60 por ciento de los estudiantes que dan el examen de ingreso, los porcentajes de quienes logran entrar en las mejores universidades del país son del 10 o el 20 por ciento. En México, en cambio, la universidad más grande del país —la UNAM— admite a un 85 por ciento d sus alumnos sin examen de ingreso, según estimaciones de Julio Rubio, el subsecretario de Educación Superior de México. La UNAM les concede un “pase automático” a todos los estudiantes de la escuela secundaria de su red escolar, lo que hace que muchos estudiantes vayan a estas escuelas para no tener que rendir un examen de ingreso, escuelas cuya calidad académica es por diversos factores: cuestionable en las capitales y francamente lamentable en las zonas rurales. “Ese ha hecho caer la calidad de la UNAM,” me dijo Rubio en una entrevista. Comparativamente, unas 428 universidades públicas y privadas d México ya están aplicando un examen de ingreso común.
En la Argentina pasa otro tanto. Cuando le pregunté a Filmus, el ministro de Educación, por qué no existe un examen de ingreso a la UBA, me señaló que en países con alta desigualdad social, como Argentina, un examen de ese tipo sería socialmente injusto. Los jóvenes salen de la escuela secundaria mal preparados, y someterlos a un examen de ingreso equivaldría a premiar a quienes fueron a escuelas secundarias privadas. Por eso hay un curso de ingreso básico, en el que si el joven aprueba seis materias, entra en la universidad, explicó. Filmus agregó que, en la práctica, el curso de ingreso es un filtro: el 50 por ciento de los alumnos no aprueba las seis materias, y por lo tanto no ingresa en la universidad. “En la práctica, tenes seis exámenes de ingreso, o ninguno, según cómo lo quieras mirar”, concluyó. Puede ser, pero la mayoría de los expertos internacionales en políticas educativas coinciden en que sería muchísimo más provechoso que el Estado destinara esos recursos a las escuelas primarias y secundarias, y evitara el hacinamiento universitario, pues el 80 por ciento de los estudiantes no llegan a recibirse.
El auge de los estudiantes extranjeros
China, al igual que India, está creando una élite científico-técnica globalizada, capaz de competir con los grandes países industrializados. Y lo está haciendo no sólo al modernizar sus casas de altos estudios, sino al enviar a una enorme masa de estudiantes a las mejores casas de altos estudios de los Estados Unidos y Europa. No sólo China e India lo están haciendo: hay una avalancha de estudiantes de Corea del Sur, Japón, Singapur y otros países asiáticos en las universidades estadounidenses y europeas. Mientras tanto, el número de estudiantes latinoamericanos permanece estancado o tiende a la baja.
En los Estados Unidos, la mayor parte de los 572 mil estudiantes universitarios extranjeros son de países asiáticos. En total, hay 325 mil estudiantes de ese origen en las universidades norteamericanas, comparados con 68 mil latinoamericanos. El país con más universitarios en los Estados Unidos es India, con 80 mil estudiantes, seguido por China, Col 62 mil, Corea del Sur, con 52 mil, y Japón, con 46 mil. O sea que China por sí sola, tiene casi tantos estudiantes en Estados Unidos como todo los países de América latina juntos. México tiene apenas 13 mil estudiantes universitarios en los Estados Unidos, Brasil y Colombia unos 8 mil cada uno, la Argentina 3.600 y Perú 3.400. Y la tendencia es a una brecha cada vez mayor: mientras que India y China aumentaron en 13 y 11 por ciento, respectivamente, sus estudiantes en universidades estadounidenses en 2003, el número de latinoamericanos permaneció estancado, y el de sudamericanos cayó.
Contrariamente a lo que yo creía, la avalancha de estudiantes extranjeros asiáticos no es resultado de becas gubernamentales de sus países de origen. Cuando les pregunté a los directivos del Instituto de Educación Internacional (IEI) en Nueva York a qué se debe el extraordinario aumento de estudiantes de India y China, me respondieron que es en gran medida por el auge de la inversión en educación de parte de las familias asiáticas. Allan E. Goodman, el presidente del IEI, una organización no gubernamental que promueve mayores intercambios estudiantiles internacionales, me dijo que “la globalización está creando una clase media muy grande en India y China, y de personas que valoran mucho la educación. La gente allí está dispuesta a hacer un gran esfuerzo financiero para invertir en la educación de sus hijos”. Según Goodman, sólo el 2,5 por ciento de los estudiantes universitarios extranjeros en los Estados Unidos tienen becas de sus respectivos gobiernos o universidades, y los estudiantes asiáticos no son la excepción a la regla.32
Todo esto no es una buena noticia para América latina. Significa que los asiáticos están creando una clase política y empresarial más globalizada que los países latinoamericanos, lo que les dará mayores ventajas en el mundo de los negocios, las ciencias y la tecnología. Si el consenso entre los académicos de todo el mundo es que los Estados Unidos y Europa tienen las mejores universidades, como lo dicen los rankings de The Times de Londres y la Universidad de Shanghai, no hay que ser un futurólogo para sospechar que —en la era de la economía del conocimiento— quienes se gradúen allí saldrán mejor preparados y tendrán mejores conexiones personales y culturales con los países industrializados.
Por increíble que parezca, en la UNAM se gradúan quince veces mas psicólogos que ingenieros petroleros por año. Efectivamente, en un país donde el petróleo continúa siendo una importante industria, UNAM produce unos 620 egresados con licenciatura en Psicología, en Sociología y sólo 40 en Ingeniería Petrolera por año. Y México dista de ser un caso aislado. En la UBA, de la Argentina, se reciben 2.400 abogados por año, 1.300 psicólogos, y apenas 240 ingenieros y 173 licenciados en Ciencias Agropecuarias. El Estado está produciendo cinco veces más psicólogos que ingenieros. Si examinamos la población estudiantil en general, y no sólo los egresados, los datos son más asombrosos aún: en el momento de escribirse estas líneas, en la UNAM ha 6.485 estudiantes de Filosofía y Letras, y apenas 343 estudiando Ciencias de la Computación. En total, el 80 por ciento de los 269 mil estudiantes de la UNAM están siguiendo carreras de Ciencias Sociales Humanidades, Artes y Medicina, mientras que sólo el 20 por ciento estudia Ingeniería, Física o Matemática.35 En muchos casos, la falta d conexión entre los programas educativos y las necesidades del merca do laboral hace que las grandes universidades estén produciendo legiones de profesionales desempleados. Un estudio de la Asociación Nacional de Universidades Mexicanas e Instituciones de Educación Superior (ANUES) advierte que si México no hace algo para corregir su sobreproducción de graduados universitarios sin potencial de trabajo se encontrará muy pronto con 1,5 millones de profesionales desemplea. dos. “Esto podría generar un problema social sin precedentes”, dice el estudio.
En la Argentina, el 40 por ciento de los 152 mil estudiantes de la UBA está matriculado en Ciencias Sociales, Psicología y Filosofía, mientras que sólo el 3 por ciento estudia carreras relacionadas con la computación, Física y Matemática. En estos momentos, hay unos 27 mil estudiantes de Psicología en la UBA, contra apenas 6 mil que cursan Ingeniería. “En la Argentina, hasta el año 2003, se graduaban sólo 3 ingenieros textiles por año”, me comentó el ministro Fimus, con horror. En las universidades más grandes de Brasil, el 52 por ciento de los estudiantes está matriculado en Ciencias Sociales y Humanidades, mientras que sólo el 17 estudia Ingeniería, Física y Matemática, según el Ministerio de Educación. “En vez de invertir tanto en formar más abogados, los gobiernos latinoamericanos deberían invertir en la creación de escuelas intermedias e institutos técnicos”, dice Eduardo Camarra, profesor de Ciencia Política y director del Centro tic Latinoamérica y el Caribe de la Universidad Internacional de La Florida. “Las economías latinoamericanas van hacia industrias con mayores requerimientos tecnológicos, para producir exportaciones de mayor valor agregado. Necesitan mas técnicos y menos licenciados en Ciencia Política”.
La UNAM: modelo de ineficiencia:
Quizá De la Fuente no tenía el respaldo del gobierno para hacer reformas profundas, o quizá no tenía la valentía intelectual, para hacerlas, o quizá ni siquiera era consciente de la necesidad de hacerlas, pero lo cierto es que el rector de la UNAM estaba —como la mayoría de sus colegas— desviando responsabilidades. Que la UNAM estaba recibiendo 1.500 millones de dólares anuales para enseñar a 26 mil estudiantes, mientras que Harvard estaba recibiendo 2.6 millones para enseñar a apenas 20 mil estudiantes. ¿Por qué Harvard tiene tantos recursos más? Porque mientras la UNAM pide más dinero del Estado, Harvard recauda generosas donaciones de sus ex alumnos, cobra a los estudiantes que pueden pagar y firma millonarios contratos de investigación con el sector privado y el Estado, que favorecen a todas las partes.
Lo cierto era que la UNAM es ineficiente por donde se le mire. Decenas de miles de sus estudiantes transcurren siete o más años en sus aulas, aumentando enormemente los costos de la enseñanza y jamás se gradúan Y la negativa de la universidad a someter sus carreras a una evaluación externa, como la mayoría de las demás universidades mexicanas, es escandalosa.
Según me explicaron funcionarios de la Secretaría de Educación esto es resultado de la huelga estudiantil de 1999. “Al final de la huelga, uno de los acuerdos fue que la UNAM rompió relaciones con el (Instituto acreditador) CENEVAL bajo el argumento de que es un organismo neoliberal vinculado a empresas privadas”, explicó Rubio el subsecretario de Educación. En 2005, el 66 por ciento de las universidades públicas y privadas de México, incluyendo el Tecnológico de Monterrey y la Universidad del Valle de México, ya habían aceptado ser evaluadas por la CENEVAL.
¿Pero esta protesta contra el CENEVAL representaba una mayoría en la población universitaria? Incluso dentro de la UNAM, la negativa a la evaluación externa causó tanto rechazo en ciertos sectores, que algunas de las carreras más prestigiosas de la universidad —como Ingeniería— se rebelaron contra la mediocridad de las autoridades centrales y pidieron someterse a la evaluación externa. Otras, como Medicina, lo hicieron a la fuerza, porque el gobierno dictó una norma oficial exigiendo que estudiantes de esa carrera se formaran en escuelas acreditas para asegurar que no se estuvieran graduando médicos improvisados. Pero en la tabla de universidades mexicanas con carreras acreditada por el organismo independiente autorizado por la Secretaría de Educación en 2005, la UNAM estaba al final de la lista: mientras que la Universidad Tecnológica de Tlaxcala tenía el 100 por ciento de sus carreras de licenciatura acreditadas, la UNAM apenas tenía un 22 por ciento de sus carreras en esa situación. ¿Conclusión? “La UNAM figura muy alto en investigación, pero eso no se refleja en sus programas”, me dijo Rubio. “Desde el conflicto de 1999, la UNAM perdió y por mucho su calidad y su imagen.” ¿Pumas campeón? No lo creo
La UNAM de México y la UBA de la Argentina son dos vacas sagradas en sus países, que pocos se atreven a criticar, a pesar de que son monumentos a la ineficiencia, y una receta para el subdesarrollo.
Un ranking de las mejores doscientas universidades del mundo realizado por el suplemento educativo del periódico británico The Times les dio una pésima nota a las universidades latinoamericanas: según el estudio, hay una sola universidad de la región que merece estar en esa lista. Y está casi al final: en el puesto 195. ¿Son tan malas las universidades latinoamericanas?, me pregunté cuando leí el estudio ¿Nos están contando cuentos de hadas quienes dicen que nuestros académicos y científicos triunfan en los Estados Unidos y Europa? ¿O es que el ranking de The Times de Londres está sesgado a favor de universidades de los países ricos?
Según el listado de The Times, las mejores universidades del mundo están en los Estados Unidos, encabezadas por Harvard, la universidad de California en Berkeley y el Instituto Tecnológico de Massachusetts. De las veinte mejores universidades del planeta, son de los Estados Unidos, y les siguen las de Europa, Australia, Japón. China, India e Israel. La única universidad latinoamericana que aparece en la lista es la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) un monstruo de 269.000 estudiantes que —salvo unas pocas excepciones, como sus escuelas de Medicina e Ingeniería— se encuentra entre las más obsoletas del mundo, especialmente si se tienen en cuenta los enormes recursos estatales que recibe.
Cuando hice un programa de televisión con varios rectores universidades latinoamericanas para que opinaran sobre este ranking la mayoría puso el grito en el cielo. ¡No es cierto!, decían varios. calumnias! Si nuestras universidades fueran tan malas, no tendríamos tantos profesores en Harvard, Stanford o La Sorbona, proclamaban que el sondeo del Times era sesgado, decían: probablemente quienes lo habían hecho se basaron en opiniones de académicos de los Estados Unidos y Europa, y en trabajos científicos publicados en las principales revistas académicas internacionales, que están escritas en ingles. Ahí, las universidades latinoamericanas estaban en clara desventaja, señalaban. Uno de los pocos que dio la nota discordante fue Jeffrey Puryear, uno de los máximos expertos internacionales en temas de educación en América latina, y funcionario del Diálogo Interamericano, un centro de estudios en Washington D.C. “No me extrañan para nada los resultados generales del sondeo”, dijo Puryear, encogiéndose de hombros, ante la mirada atónita de algunos de los panelistas. “Gran parte de las universidades latinoamericanas son estatales, y los gobiernos no les exigen mucho en materia de control de calidad. Y cuando intentan exigirles calidad, las universidades se resisten escudándose en el principio de la autonomía universitaria”, agregó.
Cuando llamé a The Times para preguntar cómo se había hecho el ranking, los responsables del índice me dijeron que se habían basado en cinco criterios, incluyendo una encuesta entre académicos de 88 países, un conteo del número de citas en publicaciones académicas, y la relación numérica entre profesores y estudiantes en cada centro de estudios. Sin embargo, el peso de las citas académicas en la evaluación total era relativamente pequeño: contaban un 20 por ciento del total. Y también había una adecuada representación geográfica, según The Times: de 1.300 académicos entrevistados, casi trescientos eran de América latina. Si la encuesta hubiese incluido más académicos de países en desarrollo, los resultados hubieran sido parecidos, agregaron: la Universidad de Shanghai había hecho un ranking de las mejores quinientas universidades del mundo, y su elección de las primeras doscientas había sido bastante parecida.
En efecto, la Universidad Jiao Tong de Shanghai, una de las más antiguas y prominentes de China, había publicado su índice en 2004 con el objeto de orientar al gobierno y las universidades chinas sobre dónde enviar a sus estudiantes más brillantes. Los chinos habían hecho su ranking basados en el número de premios Nobel de cada universidad, la cantidad de investigadores más citados en publicaciones académicas y la calidad de la educación en relación con el tamaño de cada universidad. Y el estudio había concluido que de las diez mejores universidades del mundo, ocho eran de los Estados Unidos —encabezadas por Harvard y Stanford— y dos de Gran Bretaña. En la lista de la Universidad de Jiao Tong había relativamente pocas fuera de los Estados Unidos y Europa: apenas 9 en China, 8 en Corea del Sur, 5 en Hong Kong, 5 en Taiwan, 4 en Sudáfrica, 4 en Brasil, 1 en México, 1 en Chile y 1 en la Argentina. Y las latinoamericanas estaban lejos de los primeros puestos: la UNAM, de México, y la Universidad de Sáo Paulo, de Brasil, estaban empatadas con otras que ocupaban los puestos 153 a 201, mientras que la Universidad de Buenos Aires (UBA) estaba entre las cien empatadas entre los puestos 202 y 301, y la Universidad de Chile, la Universidad Estatal de Campinas y la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil, aparecían junto con casi un centenar de otras universidades entre los puestos 302 y 403”’
Lo cierto es que tanto el ranking de The Times como el de la Universidad de Shanghai mostraban que los gobiernos de América latina viven en la negación. La UNAM, que recibe del Estado mexicano 1.500 millones de dólares por año,1 y la UBA, que recibe del Estado argentino 165 millones de dólares anuales,12 son ejemplos escandalosos de falta de rendición de cuentas al país. Ambas se niegan a ser evaluadas por los mecanismos de acreditación de sus respectivos Ministerios de Educación, bajo el pretexto de que son demasiado prestigiosas para someterse a un estudio comparativo con otras universidades de su propio país. “La UNAM es una institución cerrada a la evaluación externa”, me dijo Reyes Tamés Guerra, el secretario de Educación de México, en una entrevista. “Prácticamente todas las universidades públicas del país se han sometido a la evaluación externa, menos la UNAM.” Y en una entrevista en la Argentina, el ministro de Educación Daniel Filmus me decía lo mismo sobre la UBA: “Cuando empezamos a acreditar a las universidades, la UBA decidió no acreditar. Apeló (en los tribunales). El argumento es que tiene un nivel tal que no hay quién la acredite, y que atenta contra la autonomía universitaria que un organismo externo a la universidad la acredite. Hicieron un juicio contra el Ministerio de Educación”
Profesores sin sueldo, aulas sin computadoras.
La UNAM de México y la UBA de la Argentina son dos vacas sagradas en sus países, que pocos se atreven a criticar, a pesar de que son monumentos a la ineficiencia, y una receta para el subdesarrollo. Cuando se publicó el sondeo de The Times de Londres, por ejemplo, la mayoría de los periódicos mexicanos publicó la noticia —tomada de los jubilosos boletines de prensa de la UNAM— como si la evaluación hubiera sido excelente. El titular en la primera plana del Reforma, uno de los periódicos más influyentes de México, decía: “Está la UNAM entre las doscientas mejores” y “La Universidad Nacional Autónoma de México es una de las doscientas mejores del mundo y es la única institución de educación superior latinoamericana en un estudio realizado por el suplemento especializado en educación superior del diario londinense The Times”, decía el artículo. Y el rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, salió a dar entrevistas radiales como si hubiera ganado una competencia deportiva. De manera similar, cuando se dio a conocer el ranking de la Universidad de Shanghai, otro influyente periódico mexicano, La Jornada, tituló: “La UNAM, la mejor universidad de América latina: estudio mundial”.’ El subtítulo decía que “ninguna institución de nivel superior privada figura en el ranking internacional”, omitiendo señalar que ninguna universidad privada estaba recibiendo un enorme subsidio estatal. De hecho, la pobre ubicación de la UNAM en ambos rankings —a pesar de recibir mucho más dinero del Estado que docenas de universidades de otros países que salieron mejor posicionadas— y la ausencia de otras universidades de América latina en el listado, deberían haber generado un debate nacional y regional. En Francia, cuando se conoció que el estudio de la Universidad de Shanghai incluía sólo veintidós universidades francesas entre las mejores del mundo, y que la primera estaba en el lugar número 65, se armó una batahola, y motivó que la Unión Europea iniciara una investigación exhaustiva sobre cómo mejorar el nivel de sus universidades; pareciera que en México celebramos la mediocridad antes que realizar una crítica contundente a nuestras vacas sagradas.
Según todos los estudios comparativos, los países latinoamericanos invierten menos en Educación que los de Europa y Asia. Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Israel, por ejemplo, destinan alrededor del 7 por ciento de su producto bruto anual a la educación. Los países de la ex Europa del Este invierten alrededor del 5. Comparativamente, México destina el 4,4; Chile el 4,2; Argentina el 4; Perú el 3,3; Colombia el 2,5 y Guatemala, el 1,7. “Y no sólo gastamos menos, sino que la gastamos mal”, me dijo Juan José Llach, un ex ministro de Educación de la Argentina. Según Llach, casi la totalidad del gasto educativo de muchos países de la región se destina a pagar salarios, y ni siquiera del personal docente, sino del personal de mantenimiento y del administrativo. Según un estudio del Banco Mundial, el 90 por ciento del gasto público en las universidades de Brasil es para pagar sueldos de personal actual y jubilado, y en la Argentina la cifra es del 80 por ciento. Como resultado, el sistema universitario latinoamericano padece de “baja calidad”, con universidades sobrepobladas. edificios deteriorados, carencia de equipos, materiales de instrucción obsoletos e insuficiente capacitación y dedicación de los profesores. El estudio señala que mientras en Gran Bretaña el 40 por ciento de los profesores universitarios tienen doctorados, en Brasil la cifra es del 30, en la Argentina y Chile del 12, en Venezuela del 6, en México del 3 y en Colombia del 2.
Increíblemente, casi el 40 por ciento de los profesores de la Universidad de Buenos Aires son ad honorem: trabajan gratis, porque la universidad más prestigiosa de la Argentina no puede pagarles un sueldo. Según el censo docente de la UBA, hay 11.003 profesores que trabajan gratis en sus trece facultades, la mayoría de ellos alumnos recién graduados que enseñan bajo la denominación de “profesores auxiliares”.
¿Es la UNAM una Universidad de ricos subsidiada por el estado?
Claro, se estarán diciendo muchos, Noruega y Suecia pueden destinar el 7 por ciento de su producto bruto a la educación porque no tienen gente que se muere de hambre. Sin embargo, muchos otros países que han elevado enormemente su calidad de vida en las últimas décadas no lo hicieron desviando fondos estatales de la lucha contra la pobreza, sino haciendo que los estudiantes de clase media y alta paguen por sus estudios, ya sea durante o después de los mismos. América latina, en efecto, es una de las últimas regiones del mundo donde todavía hay países en los que se subsidia el estudio de quienes pueden pagar. Se trata de un sistema absurdo por el cual toda la sociedad —incluidos los pobres— subsidia a un número nada despreciable de estudiantes pudientes. Según el Banco Mundial, más del 60 por ciento de los estudiantes en las universidades estatales de México, Brasil, Colombia, Chile, Venezuela y la Argentina pertenecen al 20 por ciento más rico de la sociedad. “La educación universitaria en América latina sigue siendo altamente elitista, y la mayor parte de los estudiantes provienen de los segmentos más adinerados de la sociedad”, dice el informe. En Brasil, un 70 por ciento de los estudiantes universitarios pertenecen al 20 por ciento más rico de la sociedad, mientras que sólo el 3 por ciento del cuerpo estudiantil está compuesto por jóvenes que vienen de los sectores más pobres. En México, el 60 por ciento de la población estudiantil de la UNAM proviene del 20 por ciento más rico de la sociedad, y en la Argentina, el 32. Otro estudio, de la Unesco, calcula que el 80 por ciento de los estudiantes universitarios brasileños, el 70 de los mexicanos y el 60 de los argentinos vienen de los sectores más ricos de la sociedad. ¿Cómo se explica eso? Los autores del estudio dicen que la razón es muy sencilla: los estudiantes de origen humilde que fueron a escuelas públicas llegan tan mal preparados a la universidad que la mayoría abandona sus estudios al poco tiempo de empezar. Eso lleva a una situación paradójica, en la que los ricos están sobre representados en las universidades gratuitas, por lo que el sistema “constituye una receta para aumentar la desigualdad”, concluye el informe del Banco Mundial. En nombre de la igualdad social, se está excluyendo a los pobres, al no darles la posibilidad de recibir becas.
En años recientes, casi todos los países europeos dejaron atrás la educación universitaria gratuita, para cobrarles a quienes pueden pagar. Las universidades estatales de Gran Bretaña comenzaron a cobrar a sus estudiantes en 1997. En España, los estudiantes en todas las universidades públicas pagan unos 550 dólares por año, menos quienes vienen de hogares pobres, o familias con más de tres hijos. María Jesús San Segundo, la ministra de Educación del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, me señaló en una entrevista que el número de universitarios que no pagan aranceles en su país es de “cerca de un 40 por ciento”. Y los pagos del restante 60 por ciento de los estudiantes de clases medias y altas contribuyen a cubrir un nada despreciable 15 por ciento del presupuesto universitario. La tendencia europea es hacia el pago de los estudios. Según me dijo la ministra, casi todos los países europeos financian alrededor del 20 por ciento de su presupuesto universitario con aranceles que cobran a los estudiantes. En Alemania, luego de una larga batalla legal, la Corte Suprema autorizó a todas las universidades a cobrarles a sus alumnos, algo que ya venían haciendo algunas de ellas en varios estados.
En algunos países latinoamericanos ya se comenzó a corregir el subsidio a los ricos: Chile, Colombia, Ecuador, Jamaica y Costa Rica tienen sistemas por los cuales los estudiantes que pueden pagar deben hacerlo. Pero cuando la UNAM intentó introducir un sistema parecido en México en 1999, durante el gobierno del presidente Ernesto Zedillo, tuvo lugar una huelga estudiantil que paralizó la universidad y obligó a las autoridades a dar marcha atrás. Cuando asumió Fox, ni el gobierno ni las autoridades universitarias se animaron a reflotar el tema.
En China comunista, los estudiantes pagan:
Para mi enorme sorpresa, me encontré que hasta en la China comunista los estudiantes universitarios de familias pudientes, tienen que pagar sus estudios, y contribuir de esa manera a subsidiar el aprendizaje de los más pobres y a mejorar el nivel de las universidades. Eso ayuda a explicar el motivo por el cual, según el ranking de The Times de Londres, la Universidad de Beijing está en el puesto 17 a nivel mundial, la de Hong Kong en el 39 y la de Tsing Hua en el puesto 61, muy por encima del puesto 195 en el que aparece la UNAM. Y no es, como uno podría suponer, porque los chinos les están otorgando más dinero a sus universidades públicas. Todo lo contrario: el gobierno chino gasta apenas el 2,1 por ciento del producto bruto nacional en la educación, menos que casi todos los países latinoamericanos, según las cifras del PNUD. Las 1.552 universidades chinas se han modernizado en parte gracias a los pagos de aranceles de sus estudiantes, según me explicaron funcionarios chinos.
Cuando visité el Ministerio de Educación en Beijing y entrevisté a varios de sus funcionarios, lo que más me sorprendió fue que los pagos que hacen los estudiantes universitarios a sus centros de estudios no tienen nada de simbólico. Al contrario, desde que se terminó con la educación universal gratuita en 1996, las cuotas de los estudiantes que están en condiciones de pagar han aumentado progresivamente. Zhu Muju, una alta funcionaria del Ministerio, me dijo que “al principio se cobraba el equivalente a 25 dólares por año por alumno. Pero la cifra ha crecido a entre 500 y 600 dólares anuales. Es mucho dinero para los estudiantes, pero las matrículas constituyen una parte considerable de los ingresos de las universidades”. De hecho, en 2003, las universidades chinas se financiaron en un 65 por ciento con fondos del Estado, y en un 35 por ciento con las cuotas que pagan sus alumnos, según cifras oficiales. ¿Pero eso no iba contra todos los principios de la izquierda en todo el mundo?, pregunté. La funcionaria me miró extrañada, y explicó: “China es un país con enormes necesidades educativas que el gobierno no puede satisfacer. No podemos ofrecer educación gratuita. Creo que el sistema actual es bueno: promueve el desarrollo de la educación y es un estímulo para que los estudiantes se tomen su estudio más en serio y estudien más fuerte”. “Sólo los estudiantes más pobres, la mayoría de ellos en zonas rurales, no pagan por sus estudios, y en muchos casos reciben subsidios adicionales para poder estudiar sin necesidad de trabajar al mismo tiempo”, agregó Zhu.
Qué ironía, pensé. Mientras los sectores de izquierda mas retrógrados de América latina seguían defendiendo la educación universitaria gratuita, y las universidades latinoamericanas tenían cada vez menos dinero para comprar computadoras o pagarles a sus profesores, la mayor potencia comunista del mundo estaba cobrando aranceles a millones de estudiantes, y logrando colocar a sus universidades entre las mejores del planeta. ¿Por qué la vieja guardia de la izquierda latinoamericana seguía insistiendo en la educación gratuita para todos, incluso la población mayoritaria de ricos, cuando ni los chinos comunistas lo hacían? Unos lo hacían por dogmatismo, otros por ignorancia, y otros por considerar que, dados los niveles de corrupción en América latina, el sistema de cobrarles a los ricos para becar a los pobres nunca funcionaría. Según este argumento, la burocracia del sistema educativo se encargaría de robarse una buena parle del dinero, y el resultado final sería que los pobres se quedarían sin educación gratuita y sin becas. Teóricamente, el argumento tiene cierta lógica, pero se desmorona ante el hecho de que en la burocracia China hay tanta o más corrupción que en América latina, y que, en el estado calamitoso en que se encuentran las universidades latinoamericanas ahora, están perdiendo ricos y pobres por igual. La UNAM es el ejemplo máximo de como en lugar de tener escuelas ricas para estudiantes pobres, tenemos un sistema de escuelas pobres y de baja calidad que subvencionan a estudiantes ricos, y de cualquier manera los pobres y gran parte de la clase media baja quedan simplemente excluidos.
¿Habría que instituir de inmediato la universidad paga en países como la Argentina y México? Probablemente sería un golpe demasiado fuerte para los sectores medios, que en muchos países han sido los más castigados por recientes crisis económicas. Pero existen alternativas intermedias, que ayudarían enormemente a aumentar el presupuesto de las universidades y a becar a los pobres. Lo mejor, según deduje después de entrevistar a docenas de educadores, sería adoptar sistemas mixtos, como el de Australia, donde los jóvenes pueden estudiar gratuitamente, pero deben pagar una vez que se gradúan y obtienen empleos bien remunerados. Las universidades australianas se nutren en un 40 por ciento del presupuesto estatal, otro 40 de los pagos que hacen los graduados una vez que alcanzan un cierto nivel de salarios, y el 20 por ciento restante de la venta de servicios al sector privado. Es un sistema mucho más generoso para los estudiantes que el chino o el estadounidense, pero que podría contribuir en mucho a mejorar la calidad y la igualdad social en las universidades latinoamericanas.
Entran casi todos, pero terminan pocos
Otro de los grandes absurdos de algunas de las grandes universidades estatales latinoamericanas, que hace mucho se abandonó en China, es el ingreso irrestricto, y la falta de controles para impedir que haya estudiantes eternos. Bajo la premisa de que todos tienen derecho a estudiar, muchas de las grandes universidades de México, Brasil y la Argentina están garantizando que casi nadie pueda estudiar bien. Con los pocos recursos que tienen, están manteniendo una enorme cantidad de estudiantes que nunca terminan de recibirse. En la Argentina sólo egresan dos de cada diez estudiantes que entran en las universidades estatales. Eso significa que, en el sistema universitario argentino, de casi 1,5 millones de estudiantes, los contribuyentes están manteniendo a cientos de miles que nunca van a terminar sus estudios. En México hay unos 1,8 millones de estudiantes de licenciatura, pero se terminan titulando apenas poco más del 30 por ciento de los que ingresan anualmente. En Chile y Colombia, que tienen cupos para entrar en las universidades, la eficiencia universitaria es algo superior: se reciben entre tres y cuatro de cada diez estudiantes que entran en las universidades estatales.
En China existe un examen de ingreso obligatorio para todas las universidades, que dura dos días y es rendido anualmente por más de 6 millones de estudiantes. Y no es un examen fácil: un 40 por ciento de los aspirantes son reprobados, según el Ministerio de Educación. La competencia para entrar en las mejores universidades es durísima. Poco antes de mi visita a China, había explotado un escándalo de corrupción tras la revelación del programa televisivo “Focus TV”, de la Cadena Central de Televisión China (CCTV), de que tres empleados de la Universidad de Aeronáutica y Astronáutica de Beijing habían extorsionado a varios estudiantes, exigiéndoles el equivalente de 12 mil dólares a cada uno para ingresar en la universidad. La CCTV había grabado las conversaciones telefónicas, y el caso había terminado en condenas judiciales. Según la agencia de noticias oficial Xinhua, no se trataba de un hecho aislado. Pocos meses antes, funcionarios del Conservatorio de Música Xian, en la provincia norteña de Shaanxi, habían exigido sobornos de 3.620 dólares por cada estudiante admitido. El escándalo salió a la luz cuando algunos estudiantes se negaron a pagar y avisaron a las autoridades. “Algunos críticos aseguran que estos incidentes representan la punta del iceberg”, reconoció luego el periódico gubernamental China Daily Obviamente, todos estos incidentes ilustraban el extremo al que llegaba la competencia entre los jóvenes chinos para entrar en las universidades.
Aunque las universidades chinas admiten en su conjunto un promedio del 60 por ciento de los estudiantes que dan el examen de ingreso, los porcentajes de quienes logran entrar en las mejores universidades del país son del 10 o el 20 por ciento. En México, en cambio, la universidad más grande del país —la UNAM— admite a un 85 por ciento d sus alumnos sin examen de ingreso, según estimaciones de Julio Rubio, el subsecretario de Educación Superior de México. La UNAM les concede un “pase automático” a todos los estudiantes de la escuela secundaria de su red escolar, lo que hace que muchos estudiantes vayan a estas escuelas para no tener que rendir un examen de ingreso, escuelas cuya calidad académica es por diversos factores: cuestionable en las capitales y francamente lamentable en las zonas rurales. “Ese ha hecho caer la calidad de la UNAM,” me dijo Rubio en una entrevista. Comparativamente, unas 428 universidades públicas y privadas d México ya están aplicando un examen de ingreso común.
En la Argentina pasa otro tanto. Cuando le pregunté a Filmus, el ministro de Educación, por qué no existe un examen de ingreso a la UBA, me señaló que en países con alta desigualdad social, como Argentina, un examen de ese tipo sería socialmente injusto. Los jóvenes salen de la escuela secundaria mal preparados, y someterlos a un examen de ingreso equivaldría a premiar a quienes fueron a escuelas secundarias privadas. Por eso hay un curso de ingreso básico, en el que si el joven aprueba seis materias, entra en la universidad, explicó. Filmus agregó que, en la práctica, el curso de ingreso es un filtro: el 50 por ciento de los alumnos no aprueba las seis materias, y por lo tanto no ingresa en la universidad. “En la práctica, tenes seis exámenes de ingreso, o ninguno, según cómo lo quieras mirar”, concluyó. Puede ser, pero la mayoría de los expertos internacionales en políticas educativas coinciden en que sería muchísimo más provechoso que el Estado destinara esos recursos a las escuelas primarias y secundarias, y evitara el hacinamiento universitario, pues el 80 por ciento de los estudiantes no llegan a recibirse.
El auge de los estudiantes extranjeros
China, al igual que India, está creando una élite científico-técnica globalizada, capaz de competir con los grandes países industrializados. Y lo está haciendo no sólo al modernizar sus casas de altos estudios, sino al enviar a una enorme masa de estudiantes a las mejores casas de altos estudios de los Estados Unidos y Europa. No sólo China e India lo están haciendo: hay una avalancha de estudiantes de Corea del Sur, Japón, Singapur y otros países asiáticos en las universidades estadounidenses y europeas. Mientras tanto, el número de estudiantes latinoamericanos permanece estancado o tiende a la baja.
En los Estados Unidos, la mayor parte de los 572 mil estudiantes universitarios extranjeros son de países asiáticos. En total, hay 325 mil estudiantes de ese origen en las universidades norteamericanas, comparados con 68 mil latinoamericanos. El país con más universitarios en los Estados Unidos es India, con 80 mil estudiantes, seguido por China, Col 62 mil, Corea del Sur, con 52 mil, y Japón, con 46 mil. O sea que China por sí sola, tiene casi tantos estudiantes en Estados Unidos como todo los países de América latina juntos. México tiene apenas 13 mil estudiantes universitarios en los Estados Unidos, Brasil y Colombia unos 8 mil cada uno, la Argentina 3.600 y Perú 3.400. Y la tendencia es a una brecha cada vez mayor: mientras que India y China aumentaron en 13 y 11 por ciento, respectivamente, sus estudiantes en universidades estadounidenses en 2003, el número de latinoamericanos permaneció estancado, y el de sudamericanos cayó.
Contrariamente a lo que yo creía, la avalancha de estudiantes extranjeros asiáticos no es resultado de becas gubernamentales de sus países de origen. Cuando les pregunté a los directivos del Instituto de Educación Internacional (IEI) en Nueva York a qué se debe el extraordinario aumento de estudiantes de India y China, me respondieron que es en gran medida por el auge de la inversión en educación de parte de las familias asiáticas. Allan E. Goodman, el presidente del IEI, una organización no gubernamental que promueve mayores intercambios estudiantiles internacionales, me dijo que “la globalización está creando una clase media muy grande en India y China, y de personas que valoran mucho la educación. La gente allí está dispuesta a hacer un gran esfuerzo financiero para invertir en la educación de sus hijos”. Según Goodman, sólo el 2,5 por ciento de los estudiantes universitarios extranjeros en los Estados Unidos tienen becas de sus respectivos gobiernos o universidades, y los estudiantes asiáticos no son la excepción a la regla.32
Todo esto no es una buena noticia para América latina. Significa que los asiáticos están creando una clase política y empresarial más globalizada que los países latinoamericanos, lo que les dará mayores ventajas en el mundo de los negocios, las ciencias y la tecnología. Si el consenso entre los académicos de todo el mundo es que los Estados Unidos y Europa tienen las mejores universidades, como lo dicen los rankings de The Times de Londres y la Universidad de Shanghai, no hay que ser un futurólogo para sospechar que —en la era de la economía del conocimiento— quienes se gradúen allí saldrán mejor preparados y tendrán mejores conexiones personales y culturales con los países industrializados.
Por increíble que parezca, en la UNAM se gradúan quince veces mas psicólogos que ingenieros petroleros por año. Efectivamente, en un país donde el petróleo continúa siendo una importante industria, UNAM produce unos 620 egresados con licenciatura en Psicología, en Sociología y sólo 40 en Ingeniería Petrolera por año. Y México dista de ser un caso aislado. En la UBA, de la Argentina, se reciben 2.400 abogados por año, 1.300 psicólogos, y apenas 240 ingenieros y 173 licenciados en Ciencias Agropecuarias. El Estado está produciendo cinco veces más psicólogos que ingenieros. Si examinamos la población estudiantil en general, y no sólo los egresados, los datos son más asombrosos aún: en el momento de escribirse estas líneas, en la UNAM ha 6.485 estudiantes de Filosofía y Letras, y apenas 343 estudiando Ciencias de la Computación. En total, el 80 por ciento de los 269 mil estudiantes de la UNAM están siguiendo carreras de Ciencias Sociales Humanidades, Artes y Medicina, mientras que sólo el 20 por ciento estudia Ingeniería, Física o Matemática.35 En muchos casos, la falta d conexión entre los programas educativos y las necesidades del merca do laboral hace que las grandes universidades estén produciendo legiones de profesionales desempleados. Un estudio de la Asociación Nacional de Universidades Mexicanas e Instituciones de Educación Superior (ANUES) advierte que si México no hace algo para corregir su sobreproducción de graduados universitarios sin potencial de trabajo se encontrará muy pronto con 1,5 millones de profesionales desemplea. dos. “Esto podría generar un problema social sin precedentes”, dice el estudio.
En la Argentina, el 40 por ciento de los 152 mil estudiantes de la UBA está matriculado en Ciencias Sociales, Psicología y Filosofía, mientras que sólo el 3 por ciento estudia carreras relacionadas con la computación, Física y Matemática. En estos momentos, hay unos 27 mil estudiantes de Psicología en la UBA, contra apenas 6 mil que cursan Ingeniería. “En la Argentina, hasta el año 2003, se graduaban sólo 3 ingenieros textiles por año”, me comentó el ministro Fimus, con horror. En las universidades más grandes de Brasil, el 52 por ciento de los estudiantes está matriculado en Ciencias Sociales y Humanidades, mientras que sólo el 17 estudia Ingeniería, Física y Matemática, según el Ministerio de Educación. “En vez de invertir tanto en formar más abogados, los gobiernos latinoamericanos deberían invertir en la creación de escuelas intermedias e institutos técnicos”, dice Eduardo Camarra, profesor de Ciencia Política y director del Centro tic Latinoamérica y el Caribe de la Universidad Internacional de La Florida. “Las economías latinoamericanas van hacia industrias con mayores requerimientos tecnológicos, para producir exportaciones de mayor valor agregado. Necesitan mas técnicos y menos licenciados en Ciencia Política”.
La UNAM: modelo de ineficiencia:
Quizá De la Fuente no tenía el respaldo del gobierno para hacer reformas profundas, o quizá no tenía la valentía intelectual, para hacerlas, o quizá ni siquiera era consciente de la necesidad de hacerlas, pero lo cierto es que el rector de la UNAM estaba —como la mayoría de sus colegas— desviando responsabilidades. Que la UNAM estaba recibiendo 1.500 millones de dólares anuales para enseñar a 26 mil estudiantes, mientras que Harvard estaba recibiendo 2.6 millones para enseñar a apenas 20 mil estudiantes. ¿Por qué Harvard tiene tantos recursos más? Porque mientras la UNAM pide más dinero del Estado, Harvard recauda generosas donaciones de sus ex alumnos, cobra a los estudiantes que pueden pagar y firma millonarios contratos de investigación con el sector privado y el Estado, que favorecen a todas las partes.
Lo cierto era que la UNAM es ineficiente por donde se le mire. Decenas de miles de sus estudiantes transcurren siete o más años en sus aulas, aumentando enormemente los costos de la enseñanza y jamás se gradúan Y la negativa de la universidad a someter sus carreras a una evaluación externa, como la mayoría de las demás universidades mexicanas, es escandalosa.
Según me explicaron funcionarios de la Secretaría de Educación esto es resultado de la huelga estudiantil de 1999. “Al final de la huelga, uno de los acuerdos fue que la UNAM rompió relaciones con el (Instituto acreditador) CENEVAL bajo el argumento de que es un organismo neoliberal vinculado a empresas privadas”, explicó Rubio el subsecretario de Educación. En 2005, el 66 por ciento de las universidades públicas y privadas de México, incluyendo el Tecnológico de Monterrey y la Universidad del Valle de México, ya habían aceptado ser evaluadas por la CENEVAL.
¿Pero esta protesta contra el CENEVAL representaba una mayoría en la población universitaria? Incluso dentro de la UNAM, la negativa a la evaluación externa causó tanto rechazo en ciertos sectores, que algunas de las carreras más prestigiosas de la universidad —como Ingeniería— se rebelaron contra la mediocridad de las autoridades centrales y pidieron someterse a la evaluación externa. Otras, como Medicina, lo hicieron a la fuerza, porque el gobierno dictó una norma oficial exigiendo que estudiantes de esa carrera se formaran en escuelas acreditas para asegurar que no se estuvieran graduando médicos improvisados. Pero en la tabla de universidades mexicanas con carreras acreditada por el organismo independiente autorizado por la Secretaría de Educación en 2005, la UNAM estaba al final de la lista: mientras que la Universidad Tecnológica de Tlaxcala tenía el 100 por ciento de sus carreras de licenciatura acreditadas, la UNAM apenas tenía un 22 por ciento de sus carreras en esa situación. ¿Conclusión? “La UNAM figura muy alto en investigación, pero eso no se refleja en sus programas”, me dijo Rubio. “Desde el conflicto de 1999, la UNAM perdió y por mucho su calidad y su imagen.” ¿Pumas campeón? No lo creo
¿Por qué siempre que alguien dice las verdades de la UNAM llega gente ardida a atacar y desmentir?
por miedo
si se nos ocurriera criticar a HARVARD, la critica o queja daría risa
si se nos ocurriera criticar a HARVARD, la critica o queja daría risa
Hay un gran problema con tu queja... Tiene mucho de verdad pero hiere fibras sensibles.
A los mexicanos hay cosas que nos duelen profundamente, bueno a mi no pero sí a la gran mayoría: que se hable la verdad de que la Virgen de Guadalupe es un invento ingenioso por los españoles... que la selección mexicana es un desastre y es el eterno ya merito... que PEMEX no es de los mexicanos, que el catolicismo es el principl lastre por lo que el país no avanza, y que se hablen las verdades de la decaída, subsidiada, decadente, sobrevalorada y corrompida UNAM
A los mexicanos hay cosas que nos duelen profundamente, bueno a mi no pero sí a la gran mayoría: que se hable la verdad de que la Virgen de Guadalupe es un invento ingenioso por los españoles... que la selección mexicana es un desastre y es el eterno ya merito... que PEMEX no es de los mexicanos, que el catolicismo es el principl lastre por lo que el país no avanza, y que se hablen las verdades de la decaída, subsidiada, decadente, sobrevalorada y corrompida UNAM
KRATOSGUERRERO
Lo que mencionas es correcto, deberé ser más cuidadoso en mi comunicación pública, esquivando los tabúes de la sociedad (en este caso la sociedad mexicana).
El ejercicio de esta queja, en lo personal me funciono para percatarme de lo latente que esta el pensamiento mágico en la sociedad. Lo cual es difícil de creer pero fácil de comprobar.
Quisiera pensar que la sociedad mexicana y el mundo latinoamericano son la única región que se da el lujo de tomarse la vida tan a la ligera con tantas conclusiones tan irreales como temibles.
Pero creo que en el planeta de los humanos todo es posible (todo lo irresponsable) (saludos al nuevo gobierno de Grecia y al flamante partido político español Podemos)
Lo que mencionas es correcto, deberé ser más cuidadoso en mi comunicación pública, esquivando los tabúes de la sociedad (en este caso la sociedad mexicana).
El ejercicio de esta queja, en lo personal me funciono para percatarme de lo latente que esta el pensamiento mágico en la sociedad. Lo cual es difícil de creer pero fácil de comprobar.
Quisiera pensar que la sociedad mexicana y el mundo latinoamericano son la única región que se da el lujo de tomarse la vida tan a la ligera con tantas conclusiones tan irreales como temibles.
Pero creo que en el planeta de los humanos todo es posible (todo lo irresponsable) (saludos al nuevo gobierno de Grecia y al flamante partido político español Podemos)
Es cierto lo que dices, por eso no hay que fiarse de ninguna institución, por más buena que parezca. Me he encontrado con mucha gente, tanto en vida real como por internet, que siempre habla bien de esta universidad, que dice que todas las demás son una porquería, pero no es cierto, esta universidad también tiene sus fallos. Es como la gente que, por ejemplo, siempre está satanizando a Peña Nieto, pero que piensa que el presidente de Uruguay es muy bueno, cuando en realidad allá están peor de amolados que en México. Es que la gente está tan acostumbrada a una idea que cuando se le dice algo diferente ahí es cuando les dan en el ego, y por eso luego dicen: ''no insultes a mi ídolo'', ''eres un pen**** e ignorante si no le vas a mi equipo'', y un largo etcétera. Por eso hay que cuestionarlo absolutamente todo, porque la gente más fácil de engañar es la que cree no estar siendo engañada.
Mejor hay que estudiar en el CONALEP (nopalep) ahí las chicas cambian los libros por mamilas para que se auto empleen cuidando a sus hijos y los hombres que no puedan conseguir chamba les enseñan a desvalijar autos para que se ganen la vida.
antonio_apestan
El CONALEP es otra institución que expide cedulas profesionales a personas de muy dudosa calidad intelectual, moral y espiritual.
No me quiero meter mucho en instituciones que se dedican a administrar los sectores más infelices de la sociedad, solo menciono que la palabra EDUCACION socialmente no es identificada en su mejor significado, en tal forma que hasta su comentario puede ser tomado en cuenta por mucha gente.
Solo me permito agregar a su comentario que es una broma y que la educación es parte esencial del desarrollo personal y que continuamente deberemos buscar opciones para que ese desarrollo sea sostenido.
El CONALEP es otra institución que expide cedulas profesionales a personas de muy dudosa calidad intelectual, moral y espiritual.
No me quiero meter mucho en instituciones que se dedican a administrar los sectores más infelices de la sociedad, solo menciono que la palabra EDUCACION socialmente no es identificada en su mejor significado, en tal forma que hasta su comentario puede ser tomado en cuenta por mucha gente.
Solo me permito agregar a su comentario que es una broma y que la educación es parte esencial del desarrollo personal y que continuamente deberemos buscar opciones para que ese desarrollo sea sostenido.
Mi muy estimado Verto:
Dicen por alli que cada quien habla de la feria acorde a como le fue en ella, y me pregunto, si tan denigrante fue tu experiencia en la UNAM por que continuaste ahi?, leo tu comentario en el que reproduces una nota periodistica del programa de Andres Oppenhaimer acerca del ranking mundial de unoversidades y cuestiono, en que posicion estan situados el ITAM, La Salle, la Ibero, UVM y demas universidades privadas que tenemos en Mexico.
Si bien es cierto que la UNAM como todo sistema humano es perfectible, no todo es malo, si asi lo fuera no estaria situada en el puesto 195 de ese Ranking, que si bien no es el primer puesto, al menos figura, vuelvo a preguntar y nuestras universidades privadas?.
Ahora bien, si tal y como dice el mismo reportaje el 80% de los estudiantes proviene del 2% mas rico, no cabria preguntarse que hacen estudaindo en una escuela tan mediocre, notese que todo es de acuerdo a las propias palabras del reportaje.
Y perdoname que lo mencione, pero tu comparativa entre el presupuesto de la UNAM y el PIB de otros paises es mas bien burda, porque compararla con el PIB de Salvador, porque no lo comparamos con lo que paises desarrollados, lease de "primer mundo" destinan a la educacion, porque compararnos con un pais con una economia emergente, ya puestos a esto me queda claro que la UNAM recibe mucho mas presupuesto por parte del gobierno federal que el total del PIB de muchos paises del Africa subsahariana o no?
Yo como orgulloso universitario egresado de la UNAM, con una formación humanística única en su tipo en este país, no digo que todo sea perfecto al interior, de verdad, pero tampoco es todo tan malo, hay que elaborar critica constructiva, la cual siempre es bien recibida, lo que no considero sea valido es usar una serie de datos y cifras, sacados de contexto para denigrar a la que si bien no es la mejor universidad del mundo, esos mismos datos colocan al menos como la mejor de este país.
Dicen por alli que cada quien habla de la feria acorde a como le fue en ella, y me pregunto, si tan denigrante fue tu experiencia en la UNAM por que continuaste ahi?, leo tu comentario en el que reproduces una nota periodistica del programa de Andres Oppenhaimer acerca del ranking mundial de unoversidades y cuestiono, en que posicion estan situados el ITAM, La Salle, la Ibero, UVM y demas universidades privadas que tenemos en Mexico.
Si bien es cierto que la UNAM como todo sistema humano es perfectible, no todo es malo, si asi lo fuera no estaria situada en el puesto 195 de ese Ranking, que si bien no es el primer puesto, al menos figura, vuelvo a preguntar y nuestras universidades privadas?.
Ahora bien, si tal y como dice el mismo reportaje el 80% de los estudiantes proviene del 2% mas rico, no cabria preguntarse que hacen estudaindo en una escuela tan mediocre, notese que todo es de acuerdo a las propias palabras del reportaje.
Y perdoname que lo mencione, pero tu comparativa entre el presupuesto de la UNAM y el PIB de otros paises es mas bien burda, porque compararla con el PIB de Salvador, porque no lo comparamos con lo que paises desarrollados, lease de "primer mundo" destinan a la educacion, porque compararnos con un pais con una economia emergente, ya puestos a esto me queda claro que la UNAM recibe mucho mas presupuesto por parte del gobierno federal que el total del PIB de muchos paises del Africa subsahariana o no?
Yo como orgulloso universitario egresado de la UNAM, con una formación humanística única en su tipo en este país, no digo que todo sea perfecto al interior, de verdad, pero tampoco es todo tan malo, hay que elaborar critica constructiva, la cual siempre es bien recibida, lo que no considero sea valido es usar una serie de datos y cifras, sacados de contexto para denigrar a la que si bien no es la mejor universidad del mundo, esos mismos datos colocan al menos como la mejor de este país.
ALMOSEV
Sienta orgullo por sus proyectos de vida.
Me disculpo por pegar reportajes viejos, uno de los autores está muerto pero no de envidia, si no de verdad y el otro es columnista que vive de los defectos latinoamericanos.
Mi estancia en la UNAM duro pocos meses de preparatoria.
A usted le recuerda algo la palabra Mosh?
Las universidades privadas de México difícilmente obtendrán el deseado renombre internacional, porque no cuentan con el capital humano adecuado, las más caras prefieren importar talento docente. (Cascajo de otros países). Y por parte de los alumnos “el que quiera pagar es bienvenido”.
Los alumnos que quieran estudiar en una privada no tienen que pasar un riguroso examen, tampoco un estudio socioeconómico, tampoco un examen médico, tampoco una entrevista. Lo que necesitan es un fajo de billetes que no se termine en muchos años.
Los alumnos de las privadas tienen como ventaja un ambiente más nutritivo, empezando en casa, con mayor autoestima, cultura de consumo, menos complejos (propios de sectores populares), sus profesores no son estilo Oaxaca, (son menos manipulables, tienen un fuerte sentido de “servicio al cliente”, que usan a su favor), (tienen una apariencia física más agradable lo que favorece lo que he dicho, la autoestima).
Que pasará después de un rato?
La UNAM se seguirá como la vemos, así, estilo Cuba.
Las privadas
La sofisticación estará limitada a muy pocas escuelas, serán más claros los filtros tanto de los docentes como de los alumnos, dando resultado una institución de alto desempeño que puedan generar resultados mundialmente visibles a pesar de ser auténticas boutiques.
Espero haber dado seguimiento a su comentario
Saludos.
Sienta orgullo por sus proyectos de vida.
Me disculpo por pegar reportajes viejos, uno de los autores está muerto pero no de envidia, si no de verdad y el otro es columnista que vive de los defectos latinoamericanos.
Mi estancia en la UNAM duro pocos meses de preparatoria.
A usted le recuerda algo la palabra Mosh?
Las universidades privadas de México difícilmente obtendrán el deseado renombre internacional, porque no cuentan con el capital humano adecuado, las más caras prefieren importar talento docente. (Cascajo de otros países). Y por parte de los alumnos “el que quiera pagar es bienvenido”.
Los alumnos que quieran estudiar en una privada no tienen que pasar un riguroso examen, tampoco un estudio socioeconómico, tampoco un examen médico, tampoco una entrevista. Lo que necesitan es un fajo de billetes que no se termine en muchos años.
Los alumnos de las privadas tienen como ventaja un ambiente más nutritivo, empezando en casa, con mayor autoestima, cultura de consumo, menos complejos (propios de sectores populares), sus profesores no son estilo Oaxaca, (son menos manipulables, tienen un fuerte sentido de “servicio al cliente”, que usan a su favor), (tienen una apariencia física más agradable lo que favorece lo que he dicho, la autoestima).
Que pasará después de un rato?
La UNAM se seguirá como la vemos, así, estilo Cuba.
Las privadas
La sofisticación estará limitada a muy pocas escuelas, serán más claros los filtros tanto de los docentes como de los alumnos, dando resultado una institución de alto desempeño que puedan generar resultados mundialmente visibles a pesar de ser auténticas boutiques.
Espero haber dado seguimiento a su comentario
Saludos.
Mi comentario no pretende defender a una Institución que se defiende por sí misma; tan sólo es para cuestionar tu falta de objetividad y la parcialidad con la que esgrimes argumentos basados en falacias.
Tu desconocimiento sobre la UNAM es evidente.
Disipa mi duda, ¿en dónde recibiste una formación tan sólida que no te permite redactar adecuadamente?
Por cierto, reflexión se escribe con x no con doble c.
Tu desconocimiento sobre la UNAM es evidente.
Disipa mi duda, ¿en dónde recibiste una formación tan sólida que no te permite redactar adecuadamente?
Por cierto, reflexión se escribe con x no con doble c.
Hola Kod
No puedo darte el gusto de decirte donde estudie porque me doy cuenta de la inteligencia emocional con que usted se dirige.
Mi estilo de escritura ha recibido muchas críticas, claro está para poder desviar el tema y reforzar el ego herido.
Una formación sólida? Usted cree que estoy presumiendo algo, por favor lea nuevamente la queja.
Si usted tiene algún problema para entender lo que he puesto, basta con que me mande un mensaje con su duda y yo le explico.
Mi visión me permite ver su educación.
Saludos
No puedo darte el gusto de decirte donde estudie porque me doy cuenta de la inteligencia emocional con que usted se dirige.
Mi estilo de escritura ha recibido muchas críticas, claro está para poder desviar el tema y reforzar el ego herido.
Una formación sólida? Usted cree que estoy presumiendo algo, por favor lea nuevamente la queja.
Si usted tiene algún problema para entender lo que he puesto, basta con que me mande un mensaje con su duda y yo le explico.
Mi visión me permite ver su educación.
Saludos
Señor o Señorita VERTO no se enoje a fuerzas quiere que pensemos igual que usted pero cada cabeza es un mundo distinto no haga corajes.
Harás una queja similar del poli? Hay mucho material de actual del IPN y sin duda mucha más tela que cortar...
KRATOSGUERRERO
La verdad no he investigado mucho sobre el IPN y me tomara tiempo hacer algo especial para ellos.
Conozco a pocos del politécnico y no me quedo con ganas
Me doy cuenta que tienen muy baja autoestima y que viven en un mundo muy salvaje.
Son oportunistas hasta decir basta, siempre andan viendo cómo se saltan las reglas, avientan la piedra y esconden la mano, se relacionan con gente de nivel cultural bajo. No reconocen errores. Son un caso en el tema de valores.
Pero tengo que investigar bien, si tienes unos links me ayudaría mucho
La verdad no he investigado mucho sobre el IPN y me tomara tiempo hacer algo especial para ellos.
Conozco a pocos del politécnico y no me quedo con ganas
Me doy cuenta que tienen muy baja autoestima y que viven en un mundo muy salvaje.
Son oportunistas hasta decir basta, siempre andan viendo cómo se saltan las reglas, avientan la piedra y esconden la mano, se relacionan con gente de nivel cultural bajo. No reconocen errores. Son un caso en el tema de valores.
Pero tengo que investigar bien, si tienes unos links me ayudaría mucho
Para cuando el caso Ayotzinapa? Esos estudiantes merecen un mega post.
Un caso verdaderamente apestoso y del que han surgido versiones bastante contradictorias, incluyendo las supuestas actividades ilícitas de esos estudiantes.
Un caso verdaderamente apestoso y del que han surgido versiones bastante contradictorias, incluyendo las supuestas actividades ilícitas de esos estudiantes.
Estimado apv35 a eso me refería! Ya no se sabe ni creer porque la prensa está comprada o amordazada en nuestro país y tienen el poder para presentar las cosas conforme a sus intereses mas oscuros convenga.
Definitivamente has escrito lo que muchos solo nos atrevemos a pensar.
Pero el gobierno puede encontrar 2 tornillos en el caso de GAS EXPRESS NIETO y la desgracia del Hospital de Cuajimalpa pero no son capaces de encontrar a los 47 estudiantes de Ayotzinapa?
Definitivamente has escrito lo que muchos solo nos atrevemos a pensar.
Pero el gobierno puede encontrar 2 tornillos en el caso de GAS EXPRESS NIETO y la desgracia del Hospital de Cuajimalpa pero no son capaces de encontrar a los 47 estudiantes de Ayotzinapa?
Miembros infiltrados del crimen organizado? Como se les ocurre semejante cosa?
Esos estudiantes no pudieron estar involucrados en el narcotráfico porque si asi fuera no los habrian asesinado
Esos estudiantes no pudieron estar involucrados en el narcotráfico porque si asi fuera no los habrian asesinado
Estudiantes de Ayotzinapa miembros infiltrados del crimen organizado. Ya debían varias desde antes de ser calcinados. En que país vivimos que ya todas estas atrocidades nos parecen normales, cosa de todos los días la violencia y la inseguridad?
respeto para los estudiantes de Ayotzinapa! No es posible que caigan en los engaños del gobierno y se crean esas patrañas! No es la primera vez que el gobierno asesina estudiantes y tampoco será la última, a menos que hagamos algo!!!
@ apv35 Ayotzinapa no es un caso aislado, el crimen organizado se ha infiltrado en muchas organizaciones y la educación se ha visto empañada por grupos de poder que pretenden una tajada del pastel.
En otros estados de la república se han dado casos de masacres estudiantiles de manera reciente pero los medios no lo divulgan por estar coludidos con esos grupos.
Acaso alguien se traga el cuento de que el gobierno federal no puede dar con La Tuta otro honorable maestro?
En este país solo debe temer la gente honesta, a los demás no les hacen nada porque son parte del sucio negocio.
En otros estados de la república se han dado casos de masacres estudiantiles de manera reciente pero los medios no lo divulgan por estar coludidos con esos grupos.
Acaso alguien se traga el cuento de que el gobierno federal no puede dar con La Tuta otro honorable maestro?
En este país solo debe temer la gente honesta, a los demás no les hacen nada porque son parte del sucio negocio.
No estamos discutiendo si en su momento cometieron algún delito (de lo cual no existe ninguna prueba).
Pero entiendo que lo que dices apv35 es que como consideras que eran "delincuentes entonces "merecían" lo que les pasó?
Que bárbaros, regresamos a los tiempos medievales...
Lo que es opinar basándose en el noticiero de López Dóriga
Pero entiendo que lo que dices apv35 es que como consideras que eran "delincuentes entonces "merecían" lo que les pasó?
Que bárbaros, regresamos a los tiempos medievales...
Lo que es opinar basándose en el noticiero de López Dóriga
Estimado apv35 Ayotzinapa es un caso especial y solo si lo vemos desde un punto de vista neutral podremos comprender que en esta vida nadie es completamente bueno ni completamente malo.
Has escrito con sabiduría y conocimiento del tema y me fascina cuando dices que no eran blancas palomas que sacaron del las aulas con violencia sino muchachos violentos al servicio de intereses delictivos que no encajaban con otro de los grupos rivales...
Has escrito con sabiduría y conocimiento del tema y me fascina cuando dices que no eran blancas palomas que sacaron del las aulas con violencia sino muchachos violentos al servicio de intereses delictivos que no encajaban con otro de los grupos rivales...
Perdón Kratos pero no veo nada de sabiduría o conocimiento del tema en el comentario que alabas. No hay mas que prejuicios, odio e ignorancia.
Este comentario ha sido borrado por ser insultante o intimidante.
Este comentario es completamente inconsistente y falto de referencias a estudios subjetivos.
Tonteras, no veo fundamentos ni referencias que fundamenten la opinión del autor.
Claramente se deja ver que el "quejoso" que escribió esto tiene un complejo de inferioridad bastante profundo, aparte de ser clasista a mas no poder.
Seguro debe ser un "exitoso" empresario o en su caso un jr que solo repite lo que papi dice.
Seguro debe ser un "exitoso" empresario o en su caso un jr que solo repite lo que papi dice.
Hola
Fue un buen recuerdo regresar a esta queja
De hecho a varios les gusto y querían que hiciera una queja de los del POLI o de los de Ayotzinapa.
Pero no pude hacerlo bien porque yo nunca estuve en esas universidades
Yo alguna vez estuve en la UNAM y por eso les checa.
Saludos
Fue un buen recuerdo regresar a esta queja
De hecho a varios les gusto y querían que hiciera una queja de los del POLI o de los de Ayotzinapa.
Pero no pude hacerlo bien porque yo nunca estuve en esas universidades
Yo alguna vez estuve en la UNAM y por eso les checa.
Saludos
Estuve leyendo más de los comentarios de "VERTO" y me doy cuenta de que todas sus fuentes como por ejemplo "Openheimer" son de pura gente rica "emprendedora" yo creo que este tal verto ha de se un empresario que se le hace agua al boca el solo pensar cuanto dinero podría ganar si se privatizara a la unam y el pudiera ser el dueño, realmente un retrograda
"A muchos les gusto" Si claro...
"A muchos les gusto" Si claro...
No se preocupen
Ya descubrirán una vida después de la UNAM
Saludos
Ya descubrirán una vida después de la UNAM
Saludos
Tu queja no va en lo más mínimo con el sitio y tampoco tiene congruencia.
Dices que la gente no sabe exigir por un servicio, pero ¿Por qué crees que estás aquí en Apestan.com? Que es un sitio para hacer valer nuestros derechos como consumidores y darle seguimiento a diversos casos con el apoyo del la comunidad, precisamente estas aquí por que el pueblo no es agachón ni obediente. Aquí hay quejas bastante justificadas de alumnos y egresados de la UNAM, puedes buscarlas.
En tu queja hablas de tanta pobreza pero en tus notas sacadas de Internet dice claramente que: "En México, el 60 por ciento de la población estudiantil de la UNAM proviene del 20 por ciento más rico de la sociedad", creo que no la leíste.
Si a final de cuentas tu queja no se trata de un servicio o producto que adquiriste en el cual la empresa responsable no te cumplió, la queja no es válida para este sitio.
Dices que la gente no sabe exigir por un servicio, pero ¿Por qué crees que estás aquí en Apestan.com? Que es un sitio para hacer valer nuestros derechos como consumidores y darle seguimiento a diversos casos con el apoyo del la comunidad, precisamente estas aquí por que el pueblo no es agachón ni obediente. Aquí hay quejas bastante justificadas de alumnos y egresados de la UNAM, puedes buscarlas.
En tu queja hablas de tanta pobreza pero en tus notas sacadas de Internet dice claramente que: "En México, el 60 por ciento de la población estudiantil de la UNAM proviene del 20 por ciento más rico de la sociedad", creo que no la leíste.
Si a final de cuentas tu queja no se trata de un servicio o producto que adquiriste en el cual la empresa responsable no te cumplió, la queja no es válida para este sitio.
ObsidianMx
No me dé lecciones de mercadotecnia a mí, por favor no se imagine que yo no investigo, (por cierto, no nada más en español), por favor no me diga que la matrícula de la unam
No me dé lecciones de mercadotecnia a mí, por favor no se imagine que yo no investigo, (por cierto, no nada más en español), por favor no me diga que la matrícula de la unam
Estoy completamente de acuerdo contigo. Yo he estado en el sistema escolar privado y público, y créeme que no hay diferencia (excepto por la parte en la que pagas mucho más en la privada y, por lo mismo, terminas con una mayor decepción ---¿o será que así parece?). Yo también fui parte de la UNAM y no siento vergüenza o arrepentimiento por ello. Me queda muy claro que hay personas brillantes dentro de la UNAM (contaditas, pero las hay), especialmente dentro de los mismos alumnos, alumnos que a pesar de las dificultades económicas, sociales, etc. han sido capaces de ser verdaderamente críticos, perseverantes (en el mejor de los sentidos; quiero decir, no ambiciosos y egoístas), honestos y trabajadores.
ELLOS son los que merecen el crédito, no la unam, no la instituciÓn. Que no se quede la UNAM con el respeto que se han ganado los mismos alumnos con su propio esfuerzo (incluso a pesar de la negligencia o falta de respeto en la que se pueden ver envueltos los estudiantes por el mismo sistema decadente que tiene tantas décadas de existencia ---y el mismo gobierno corrupto y tóxico del que gozamos desde hace siglos).
NO se dejen engaÑar nunca por ninguna instituciÓn, sea cual sea. lo que realmente le da valor a la instituciÓn es su gente, no la institución por sí misma. Hay mucha escoria en todas partes de nuestro país, la UNAM no es una excepción, que quede claro. nada es perfecto e inmaculado, ustedes lo saben (aunque no lo quieran aceptar o ver).
LA unam no es inmaculada y perfecta tampoco. Tengámosle respeto a los alumnos que le han dado su "buena fama" a la UNAM. La UNAM no es más que otra "vía" por la que pasan muchos (ricos, de clase media, pobres, como gusten decirles), pero no es la razÓn de que haya estudiantes brillantes. la unam no serÍa nada sin esos alumnos que lo son. ellos son quienes merecen el crÉdito. ellos son quienes lo han GANADO.
Gracias.
ELLOS son los que merecen el crédito, no la unam, no la instituciÓn. Que no se quede la UNAM con el respeto que se han ganado los mismos alumnos con su propio esfuerzo (incluso a pesar de la negligencia o falta de respeto en la que se pueden ver envueltos los estudiantes por el mismo sistema decadente que tiene tantas décadas de existencia ---y el mismo gobierno corrupto y tóxico del que gozamos desde hace siglos).
NO se dejen engaÑar nunca por ninguna instituciÓn, sea cual sea. lo que realmente le da valor a la instituciÓn es su gente, no la institución por sí misma. Hay mucha escoria en todas partes de nuestro país, la UNAM no es una excepción, que quede claro. nada es perfecto e inmaculado, ustedes lo saben (aunque no lo quieran aceptar o ver).
LA unam no es inmaculada y perfecta tampoco. Tengámosle respeto a los alumnos que le han dado su "buena fama" a la UNAM. La UNAM no es más que otra "vía" por la que pasan muchos (ricos, de clase media, pobres, como gusten decirles), pero no es la razÓn de que haya estudiantes brillantes. la unam no serÍa nada sin esos alumnos que lo son. ellos son quienes merecen el crÉdito. ellos son quienes lo han GANADO.
Gracias.
Por tu queja me doy cuenta de que realmente no tienes la menor idea de lo que hablas. Tu visión es solo superficial. En la UNAM encuentras alumnos de todas clases sociales y de hecho, los realmente carentes de recursos son pocos. Además, tu clasicismo hace imposible considerar en serio tu opinión, como cuando dices que "no pueden comprar en almacenes". Te guste o no, vengas de donde vengas, la UNAM es la mejor universidad del país, reconocida por organismos internacionales. Yo soy ex alumna de la facultad de veterinaria, y muchos de mis compañeros venían de familias adineradas con apellidos extranjeros. La UNAM es un crisol de alumnos muy diferentes. Antes de opinar, por lo menos tómate la molestia de analizar a fondo aquello que críticas.
Aunque sería mejor que mantengas lejos tus prejuicios de los "pobres" estudiantes de la mejor universidad del país.
Aunque sería mejor que mantengas lejos tus prejuicios de los "pobres" estudiantes de la mejor universidad del país.
Por tu queja me doy cuenta de que realmente no tienes la menor idea de lo que hablas. Tu visión es solo superficial. En la UNAM encuentras alumnos de todas clases sociales y de hecho, los realmente carentes de recursos son pocos. Además, tu clasicismo hace imposible considerar en serio tu opinión, como cuando dices que "no pueden comprar en almacenes". Te guste o no, vengas de donde vengas, la UNAM es la mejor universidad del país, reconocida por organismos internacionales. Yo soy ex alumna de la facultad de veterinaria, y muchos de mis compañeros venían de familias adineradas con apellidos extranjeros. La UNAM es un crisol de alumnos muy diferentes. Antes de opinar, por lo menos tómate la molestia de analizar a fondo aquello que críticas.
Aunque sería mejor que mantengas lejos tus prejuicios de los "pobres" estudiantes de la mejor universidad del país.
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