Modus operandi EliTiaras
Comercializa y fabrica una variedad de diademas y triaras para las novias. Hacen envíos a domicilio. Cobran y entregan el producto.
Nada agradable esta modalidad de tengo tu datos, se dónde vives, ni se te ocurra quejarte.
Pregonan 15 años de existencia, o más bien, perfección. Una queja, inaceptable para su trayectoria y arrogancia.
Una amiga decidió comprar una triara y le llego defectuosa (como muchos productos que pueden presentar esta situación). El servicio a clientes es PESIMO; sus justificaciones de buscar un culpable que no sea ellos: tú la rompiste, yo no me hago responsable, yo entrego todo bien, y un sinfín de excusas más.
Me adentré un poco a los comentarios de su perfil en redes sociales. Había un número importante de comentarios negativos o calificados como “unos”. En particular me llamo la atención un comentario, pues el comportamiento era el mismo: buscaban culpar al cliente y sobre todo buscaban tacharlo de competencia. Estos comentarios soportados por otros usuarios que la descalificaban y glorificaban la empresa (seguramente amigos, colegas o dueños de Elitiaras).
Primer error, comentar en su sitio la mala experiencia en adquirir sus productos. Aplaudo que hayan replicado, muy pocos lo hacen. Sin embargo era la misma respuesta que el comentario anterior: excusas y mi amiga era la culpable única.
Segundo error, la seguidilla de comentarios negativos que ocasionó un comentario que solo buscaba trasmitir la decepción con tal empresa.
Se viene la contra; el primer ataque. Los mismos usuarios (amigos, colegas o empleados de Elitiaras) que habían comentado lo maravillo de la compañía, se encargaron de desprestigiar la empresa donde laboraba mi amiga (Si, laboraba! Decidió renunciar por temor a más represalias). Que culpa tiene esta empresa? Ninguna! pero sabían donde laboraba y tenían que dejarle bien claro quién pone las reglas del juego.
Por último, la amenaza. Cada comentario que realicen ustedes mal, lo haremos el doble (corroborando lo antes dicho) y si quieren demandarme en la PROFECO, yo te demandaré por difamación. Lo arreglamos con Abogados.
El temor. Borrar todo y hacer como que no pasó nada. Aunque si pasó y hubo consecuencias, pues mi amiga renuncio inmediatamente y se regresó a su ciudad a vivir.
Como esta situación debe haber muchas. Muchas que no están documentadas, que ni siquiera saldrán a la luz por temor a más represalias y como a ella la entiendo perfectamente. En un País donde no existe justicia y la impunidad es la bandera de la clase alta. Difícilmente podamos mejorar como sociedad pero sobre todo como seres humanos.
Que impotencia verdad!
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Comentarios sobre esta queja
¡Que Horrible experiencia!, gracias por el aviso. Es lamentable que las empresas no se hagan cargo de sus fallas y en cima se crean que todos sus clientes son mentirosos. Lástima que los amedrentaron y que no terminaron la denuncia en Profeco, eso hubiera ayudado a otros. Además, eso no aplica para una denuncia por difamación.
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