Caso 28607 4 pts. (9 calificaciones) Cía: Graffiti19/10/09

El graffiti APESTA II, La furia de los tetos!

Por:

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Esta queja es la continuacion de la de espigeromaximo Link, apasionante tema aspiro, te felicito, asi como también te he criticado, te reconozco que es un tema con mucha tela para cortar, de acuerdo en el fondo, pero todavía no en la forma, no hay necesidad de ser obsceno para darle un tono rudo o serio a tus posts, estas criticando la contaminación visual, pero!... participando en ella de algún modo, ¡ojo!

Ahora referente al post, es verdaderamente, un sentimiento de impotencia que por culpa de unos tetos desadaptados, tengamos que padecer esas escenas dantescas, de rayas en las paredes o muros de nuestras ciudades, se me figura a la película futurista de “Doce monos” de Bruce Willis.

Para los que vivimos en GDL hace no más de medio año, inauguraron el retorno a desnivel de Av. Colon y Periférico entre otras obras publicas, que plusvalisan nuestro entorno visual de la ciudad, pues ándale que no duro ni dos días, y ya tenía sus rayas de esos tetos insufribles, que maldito horror! y que impotencia, dan ganas de darles unas patadas en las pestañas, y en ayunas, para ver si se les reacomoda la materia gris, que sus respectivos, padres o tutores, nunca pero nunca cultivaron.

Y no me vengan con que son niños de la calle, que no tienen ni para comer y mucho menos quien los eduque.

No señores la gran mayoría de esos insoportables caguengues, son chavos de secundaria que sus respectivos padres no les enseñan a convivir y respetar su entorno, no les inducen una conducta social propia, es verdad que es la edad de "la punzada" pero que vayan y que rayen sus casas, digo, porque jorobar al prójimo con sus inentendibles mensajes, y sus contaminantes dibujos desfigurados, mientras las madres de estos engendros, con la comadre o viendo las novelas, y los padres pues muchos rajándosela para llevar el chivo a la casa, o dándole gusto al Dios Baco, No!, si de que los habemos, los habemos!

Habrá que reconocer, que hay chavos con talento que le dan cierto cache al grafitti, pero lo hacen con talento y más importante aún, con respeto, primero a ellos mismos demostrándose que no se necesita delinquir para hacer una buena pintura, ya que lo hacen en sitios que les han destinado para eso, y en segunda respetando a sus respectivos vecinos ya que no ponen figuras obscenas o frases detestables a cualquier ojo.

Por eso es bueno que aportemos cada quien nuestro grano de arena, finalmente, en mi mente guajira, creo que somos más los que deseamos un mejor lugar para vivir, que los “valemadristas”,
Que no les interesa lo que pasa con su familia en sus casas, pues menos lo que sucede fuera de estas.

Cada que veamos a estos “niños” haciendo sus pintas, reportarlos si es posible con las autoridades, o si los conocemos ya que son el compañero de un hijo de la secundaria, o el hijo de la comadre, o el sobrino etc. Hablar con ellos, igual y es falta de orientación, tal vez a nosotros nos escuchen más que a sus padres, recuerden que “nadie es profeta en su propia tierra”, recuerdo que cuando yo era chavo, y la regaba, por ahí aparecía un adulto para reprenderte u orientarte según lo ameritara el caso (aunque fuera un perfecto desconocido) y como que uno le tenía más respeto a los mayores, ahora los adultos les tenemos un miedo a los tetos malvados, -Que me va a mentar la madre, que me va a enseñar el dedo majadero, que me va a ignorar, en fin.

Yo creo que sería bueno de cuando en cuando intentar dialogar con esos chavos problemáticos, tal vez estén a un buen consejo de distancia de ser unos hombres de provecho, o a uno malo de ser verdaderos delincuentes.

Ojala y como sociedad nos permitamos dentro de nuestras estresadas vidas que cada vez nos dejan, con menos tiempo incluso para nosotros mismos, darnos el lujo de tender la mano para alguien mas allá de nuestro circulo social, un perfecto desconocido que el destino o Dios nos ponga en frete y tengamos la capacidad, de poder ayudar sin buscar más recompensa, que el saber que hacemos la voluntad de Dios, y al mismo tiempo nos volvernos útiles a la sociedad, nuestras familias, y por con siguiente a nosotros mismos.

Salu2.