Hotel Impala del Bajío apesta

El 5 de mayo del 2006 hubo unas conferencias y talleres de diseño gráfico en la ciudad de Querétaro en México. Una amiga de mi colegio y yo decidimos ir, por lo tanto nos metimos a Internet para investigar las tarifas de hoteles cerca de la zona centro. Por fin decidimos quedarnos en el Hotel Impala del Bajío.

Llamé al teléfono que viene en la página y pues hice mi reservación normalmente. Me pidieron mi nombre, mi teléfono, para cuantas personas, el tipo de habitación, etc. Le di toda la información a la señorita, y por último me dio el número de reservación, el número de la cuenta de banco al que tenía que depositar para que se respetara la reservación, y que les mandáramos un fax para confirmarla. Al día siguiente me di cuenta de que me había equivocado con el día de llegada, por lo cual volví a hablarles por teléfono para cambiarla.

Me preguntaron mi nombre y el número de reservación y pues me dijeron que no había problema, y pues según esto me la cambiaron y hasta me la repitieron para ver que ya estaba bien. Posteriormente fuimos al banco a depositar el dinero, para lo cual tuvimos problemas porque el número que nos dieron le faltaba un cero al principio y la cajera fue la que se lo puso. Después pues mandamos el fax para que ya quedara confirmada nuestra reservación. Todavía para asegurarme bien de que todo estaba correcto volví a hablar al hotel para ver si sí les había llegado el fax, pero me contestaron diciendo que todavía no habrían las oficinas (ya eran pasadas de las 9 de la mañana). Hablé más tarde y que todavía no llegaba nadie y que ahí es donde tenían todos los papeles. Hablé al día siguiente y me dijeron que no les había llegado ni un fax, pero que a lo mejor estaba traspapelado. Como ya al día siguiente nos íbamos para allá pues pensamos en que con llevar el recibo de pago pues era suficiente.

Llegamos al dichoso hotel, y pues di mi nombre y que no estaba. Entonces les enseñamos el recibo de pago y pues nos dijeron que no había problema que sí tenían habitación. Subimos a la habitación (que por cierto están bien feitas) y resulta que no era por la cual habíamos pagado (una con dos camas matrimoniales), sino una con solo una cama matrimonial. Entonces pues obviamente no nos íbamos a quedar así si ya habíamos pagado algo más caro.

Bajamos a la recepción y pues nos quejamos. Nos dijeron que esa era la única habitación que les quedaba y que además pues ni siquiera estábamos en la computadora registradas. Por fin fue la gerente del hotel a hablar con nosotras y pues ya le dimos el numero de nuestra reservación y nos dijo que esa reservación había sido para el día anterior y que nadie llegó, por lo tanto que pues que nos fuéramos a la fregada.

Yo le pregunte que a nombre de quien estaba esa reservación y me dijo que a una tal Roció Aguilar (y creanme que yo sé como me llamo y ese no es mi nombre), a lo cual yo le dije que para nada me llamo así. Y le trate de explicar que los equivocados eran ellos. A lo cual me respondieron que eso nunca les había sucedido (o sea, son absolutamente perfectos...que de hecho ahí no trabajan seres humanos sino deidades).

Les dije que yo todo lo hacía correctamente y que no era mi culpa que ellos no pudieran tomar una reservación correctamente y no por eso tenía que pagar yo y que no pensaba irme de ahí hasta que me dieran una habitación o me devolvieran mi dinero. Y bueno, pues el chiste es que no pudimos seguir discutiendo porque la primera conferencia a las que habíamos ido, ya había comenzado (y nos íbamos a quedar como el perro de las dos tortas).

La gerente nos dijo que lo iba a consultar con los de contaduría (para ver según ella si se podía hacer algo...nada que ver los contadores!!). Nos fuimos, y cuando regresamos nos dijeron que la gerente estaba muy ocupada y que pues no se podía hacer nada al respecto (o sea, sale byeeee).

Ni siquiera tuvo el valor de darnos la cara la vieja esta. Nunca me había enojado tanto en mi vida. Así que nos retiramos, pero fuimos a la secretaría de turismo en donde nos dijeron que cuando regresáramos a San Luis Potosí pusiéramos una queja en la PROFECO. A final de cuentas nos quedamos en un hostal bien barato, pero súper lindo y con gente bien amable.

Enviado por: - Lucia del Pilar Flores Soriano (flowers_80 @ hotmail.com) -