Caso 75504 sin calif (0 calificaciones) Cía: Travelocity12/02/13

Travelocity no me deja comprar boletos de avión

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Mi experiencia Travelocity. Mi madre (72 años) quiere ir a los países bálticos y ha estado ahorrando para eso. Finalmente el 17 de enero encontré un vuelo muy atractivo y que podíamos comprar, así que entré a la página de Travelocity e hice la compra.
Normalmente cuando se compra un boleto de avión por internet, envían inmediatamente la confirmación al correo electrónico, pero esta vez no me llego, así que algo andaba mal.

Llamé al teléfono que ponen para saber porqué no habían enviado mi confirmación y la persona que me contestó me dijo que se debía a que mi nombre era muy largo y entonces no podían venderme el boleto!

Por más que le expliqué que no era culpa mía sino de ellos porque dicen claramemte que anote uno su nombre completo, tal cual aparece en el pasaporte y, por lo tanto, Travelocity debía poner espacio suficiente para escribir el nombre completo, más teniendo en cuenta que le vende a toda América Latina y España, pues nada, la señorita insistía en que no podía hacer nada y que el problema era el largo de mi nombre.
Como no obtuve respuesta por teléfono, decidí escribir en ese mismo momento para quejarme y pedir que me solucionaran el problema ya que yo quería los boletos que había comprado.

Me dieron una respuesta automática diciendo que pronto se comunicarían conmigo y en ese correo venía un teléfono para que yo me comunicara.

El 18 de enero toda la mañana intenté llamar al número que me dieron, pero cada vez que la máquina me iba a transferir con un agente se cortaba la comunicación, así que envié otro correo quejándome de este nuevo inconveniente y pidiendo que alguna persona se comunicara conmigo. Todo esto teniendo en cuenta que yo me encuentro en la Ciudad de México y ellos tienen sus oficinas en algún lugar de Estados Unidos, por lo que tanto las llamadas como los correos debían ser en inglés.
Al mediodía recibí otro correo diciéndome que probablemente tomarían en cuenta mi sugerencia de poner más espacio para los nombres y ya.

El día 20 me contestaron por correo que alguien me llamaría en las siguientes 48 a 72 horas, lo cual, según mis calculos, debía ser aproximadamente el día 23, pero no me llamaron.
El día 24 recibí un correo diciendo que me llamarían en un plazo de 7 días.
Finalmente, el día 30 a las 9:20 de la mañana recibí la llamada de Travelocity. Volví a exponer el caso y a decirles que era discriminatorio que por la longitud de mi nombre no me vendieran el boleto. La persona que me llamó tampoco podía solucionar nada y me comunicó con alguien más que hablaba español. Esta otra persona me dijo que le parecía que el problema no era mi nombre, sino la tarjeta de crédito y que si yo quería podía intentar comprar de nuevo los boletos a través de ella.

Evidentemente, después de 15 días, los precios ya no eran los mismos y lo que me ofreció tenía un aumento de aproximadamente el 50%. Aún así, acepté comprarlos, pues ya he dicho que los necesito. Pero de nuevo me dijo la chica que la tarjeta no pasaba, lo intentó 3 veces y al final le dije que ya lo dejara y ya vería yo alguna otra forma de adquirir los boletos.

Colgué, sabiendo ya que Travelocity ni me iba a respetar la tarifa que yo había adquirido, ni me iba a solucionar el problema, así que entonces intenté comprarlos en otra compañía. Encontré otros boletos al mismo precio que me dio la última chica (más caros que los originales, por supuesto) y los compré. Pero inmediatamente me llegó un correo donde me decían que la tarjeta no pasaba. Entonces llamé y me dijeron que lo que estaba sucediendo era que, desde el día 17 de enero Travelocity había "retenido" la cantidad de los boletos que había comprado originalmente aunque no me hubieran hecho el cargo y que mientras no hubiera una orden expresa de Travelocity diciendo que no iba a "tomar" ese dinero, no podían liberar el crédito de la tarjeta, por lo tanto no podría utilizarse.

Así que cuando creí que por fin me había librado del problema con Travelocity no sabía que apenas comenzaba.

Como ellos se habían comunicado conmigo, yo no tenía manera de contactarlos, pues ya relaté que en el teléfono que ponen se cortan la llamadas antes de que alguien conteste, así que llamé al teléfono que ponen para México y de nuevo a explicar todo otra vez. Nuevamente, la persona que me atendió me dijo que no podían hacer nada, que era la aerolínea la que tenía retenido el dinero y no Travelocity. Yo le argumentaba que yo no había tratado con ninguna aerolínea sino con Travelocity y que ellos debían resolver el problema y ella me decía que no se podía hacer nada y que sólo quedaba esperar a que la aerolínea liberara el dinero y pedía que le diera un número de fax del banco para intentar enviar una aclaración, no me aceptó un correo electrónico, quería un fax, pero ahora todas las compañías tienen teléfonos automáticos y no comunicación directa, así que ya era un caos.

Como no había manera de entendernos y para entonces ya llevaba yo 5 o 6 horas en el teléfono, le pedí que me comunicara con alguien de contabilidad para que me ayudaran a desbloquear la tarjeta.

Después de esperar muchísimo me contestó alguien cuyo origen probablemente fuera oriental, así que realmente no nos entendíamos y decidió que me esperara de nuevo para que me pasara con alguien más. Cada vez, por supuesto, yo tenía que volver a explicar todo desde el principio y esperar que me entendieran y quisieran ayudarme.

Mientras esperaba, me llamaban de la otra compañía diciéndome que si no compraba ya los boletos no podrían asegurarme el precio y también mi madre, que ya había recibido el estado de cuenta y contactado a su banco, me llamaba alarmada porque no podía disponer de su tarjeta y porque tenía varios cargos que no reconocía y que se referían al precio de los boletos originales y a los 4 intentos de compra de Travelocity.

En Travelocity me contestó por fin otra persona a quien, luego de volver a relatar todo el problema, le dije que ya lo único que quería de ellos era que liberaran la tarjeta. Me volvió a comunicar con otra persona que me atendió en español y ya yo le había pedido que él le dijera que Travelocity debía contactar a la aerolínea, no yo pues no me iba a hacer caso. Esta vez la chica me pidió un teléfono del banco para hablar con alguna persona, pero debía hacer una llamada triangulada pues yo debía dar los datos personales. Por fin logramos la comunicación con el banco y como ya mi madre me había dado tanto los números de autorización como los folios de aclaración de los cargos que le habían hecho a la tarjeta, la persona del banco me dio una respuesta razonable: que ellos harían la investigación con la compañía y al cabo de 5 días podrían liberar la tarjeta.

Es decir, que aún debemos esperar para ver si podemos utilizar la tarjeta y volver a tratar de comprar los boletos, que con el tiempo serán más y más caros.
Esta es mi pesadilla con Travelocity. Fue un horror, pues ni me permitieron comprar los boletos que iban a ser económicos, ni solucionaron los problemas que ellos me crearon e impidieron que pudiera yo comprar con otra compañía otros boletos, pues bloquearon la tarjeta de crédito. Una chulada.

Es la primera vez que me pasa a pesar de que he comprado muchísimos boletos por internet, nunca había tenido tantos problemas y, lo peor, ni siquiera tengo los boletos.

Hoy ya es 12 de febrero y la pesadilla aún continúa. El pasado día 5 intenté comprar otros billetes, evidentemente mucho más caros que los que debió haberme vendido Travelocity, pero me dice el banco que la tarjeta sigue bloqueada, es decir, Travelocity (o United a través de Travelocity) todavía no desbloquea el dinero que retuvo.
Me hicieron perder casi 700 dólares (aproximadamente 9,000 pesos) por la diferencia de costos y la cantidad de tiempo que ha pasado entre que compré con Travelocity los boletos que no me vendió y los que pretendo comprar ahora. Veamos si algún día puedo hacerlo y si no se va a seguir incrementando el precio.
Así que, si me quieren oir, nunca compren con Travelocity.